La multinacional de los servicios de movilidad ALD Automotive ha optimizado su programa de carsharing corporativo dirigido a empleados de empresa con el fin de ampliar el espectro de usuarios y clientes que puedan beneficiarse de este tipo de programas para compartir vehículos.
“En los últimos años, las aplicaciones y servicios de carsharing para empresas han tenido en algunos casos poca flexibilidad. En nuestro caso, la aplicación no estará disponible solo en grandes ciudades por ejemplo, sino que tiene un sentido más amplio ya que sirve a las empresas y a sus empleados, allí donde estén”, explica sobre esta nueva funcionalidad de la compañía la directora de Operaciones de ALD, Clara Santos.
Para la empresa de renting, el modelo de ALD Carsharing es también un modo de aportar más sostenibilidad a las corporaciones, ya que los vehículos que se comparten reducen considerablemente el número de coches en circulación y, por tanto, las emisiones contaminantes al medio ambiente.
Esta nueva plataforma de uso posibilita a todos los empleados de una compañía, y no solamente a los que tienen la posibilidad de disponer de un vehículo de empresa, de elegir entre un pool de automóviles para uso común, tanto para una utilización profesional como para un uso estrictamente personal.
El coche se puede reservar a través de internet o mediante el teléfono, se selecciona el horario de recogida y a la que se va a dejar y si se trata de un uso profesional o privado.
En este último caso, es la empresa la que decide el modo en el que cobra a sus empleados por la utilización de esa flota de automóviles común.
ALD Carsharing forma parte de un proyecto integral efectuado por la compañía en el ámbito internacional y posibilita también a los empleados el acceso a cualquier vehículo disponible en una gran corporación de un modo independiente e individual, siempre teniendo en cuenta que estará disponible en todas las regiones en las que esté presente y exista esta actividad de uso contratada previamente con ALD Automotive.
ALD Automotive: Diferenciando los costes
Aunque la opción personal es la novedad del producto, no obstante en la compañía de movilidad sugieren que, de acuerdo con sus estimaciones, será la utilización profesional la que prime con esta nueva propuesta.
El modus operandi de ALD Carsharing consiste en que la compañía cobrará una cuota mensual a la empresa que elija este modelo para moverse —independientemente de si tiene contratada una flota con ALD—, y será la propia empresa la que active los diferentes modos, entre los que se incluye la activación del coche a través de la propia aplicación móvil o con una tarjeta específica, como en los modelos de carsharing públicos conocidos.
Es de suponer, que, en condiciones habituales, el coste de uso del vehículo para desplazamiento profesional correrá a cargo de la compañía, en tanto que el uso privado se facturará al usuario final.
Esta opción de ampliar el carsharing y sus ventajas es una de las ideas que más ha defendido e implementado ALD en los últimos tres años, con la idea fundamental de que el concepto de vehículo de empresa tiene que estar al alcance real de todos los empleados de una corporación.
Se trata de popularizar el coche corporativo, de globalizarlo y de acercarlo a todos los componentes laborales de una empresa, que muchas veces consideran este tipo de movilidad como accesible solo para una pequeña parte de las empresas.
“Creemos que esta iniciativa ayuda de un modo efectivo a desarrollar una utilización del coche más racional que, al final, es lo que todos buscamos con el coche compartido. Racionalidad”, asegura sobre esta plataforma el máximo responsable de ALD Automotive en España, Pedro Malla, quien finaliza: “Cada vez más nos encaminamos hacia procesos en los que el Coste Total de Movilidad cobra más relevancia, es más importante, y más aún para las empresas. Este es un buen ejemplo de cómo caminar en esa dirección junto con los empleados, que por su parte cada vez demandan mas soluciones de movilidad, como la sociedad”.
