La compañía de carsharing francesa Toosla ha confirmado que no adquirirá la también compañía de carsharing Virtuo, igualmente francesa, declarada en situación de insolvencia a finales de marzo por el Tribunal de Comercio de París, aunque mantiene interés en «valorar la integración de determinados activos de la plataforma».
Toosla, que cotiza en Euronext Growth París, ha decidido no presentar ninguna oferta dentro del proceso judicial abierto, pese a haber recibido en abril el visto bueno del tribunal para analizar las condiciones de adquisición parcial, según ha explicado la propia emrpesa.
Virtuo había desarrollado un modelo basado en la reserva y gestión cien por cien digital de vehículos en régimen de alquiler de corta duración, sin puntos físicos ni interacción presencial, lo que en su día se interpretó como un elemento que podría revolucionar el sector del alquiler de vehículos a corto plazo.
Fundada en 2016, la compañía se centró igualmente en el canal premium y operaba en cinco mercados europeos —Francia, Reino Unido, España, Bélgica y Alemania— con la gestión de una flota de 4.000 vehículos, en su mayoría del segmento premium.
Más de 100 millones inyectados en Virtuo
Su crecimiento estuvo respaldado por una enorme captación superior a cien millones de euros procedentes de fondos de inversión, entre ellos Iris Capital, Balderton, Raine Ventures e incluso la aseguradora AXA, lo que impulsó su expansión internacional, si bien los resultados de la empresa en el espectro europeo, por ejemplo en localizaciones como España (Madrid y Barcelona) tuvieron escaso alcance.

Virtuo solicitó el pasado 26 de marzo la apertura de un procedimiento judicial ante la imposibilidad de cerrar una nueva ronda de financiación con la que pudiera hacer frente el pago de sus operaciones diarias. En este sentido, los directivos de Virtuo alegaron para ello «un deterioro de las condiciones de acceso a capital y un aumento sostenido de los costes operativos» que impidieron mantener el equilibrio financiero de la empresa.
El proceso de concurso, denominado técnicamente en Francia redressement judiciaire, fue abierto el pasado 5 de abril y ha derivado en una liquidación de activos ‘controlada’ con un plazo de presentación de ofertas que expiró el 10 de mayo.
En el caso de Toosla, esta opera en siete ciudades francesas y mantiene una flota cercana a 600 vehículos (fundamentalmente firmas premium como Audi, BMW, Mercedes, Mini, Peugeot y Tesla) y también efectuó incursiones en otras regiones, como en España (Madrid), donde entró en el mercado premium de alquileres a corto plazo, pero salió rápidamente al observarq ue no obtenía los resultados que esperaba.
La compañía facturó 10,1 millones de euros en 2024, un 45% más que el ejercicio anterior, y ha mejorado sus márgenes sin necesidad de recurrir a financiación externa. Su estrategia e los últimos tiempos ha girado hacia acuerdos en los que ha decidido invertir menos en flota propia y más en afiliaciones y marca blanca, como el que mantiene con FlexiFleet, un operador de flotas fracnés que gestiona 3.500 vehículos.