La Autoridad de Garantía de la Competencia y del Mercado (AGCM) de Italia ha impuesto una multa de cinco millones de euros a la compañía de renting y gestión de flotas ALD Automotive —hoy Ayvens— por considerar como «desleales» determinadas prácticas comerciales relacionadas con el tratamiento de daños en sus vehículos arrendados durante el periodo de alquiler.
Según el regulador italiano, la empresa proporcionó información incompleta y poco clara sobre los términos y condiciones del servicio opcional destinado a limitar la responsabilidad del cliente en caso de desperfectos de los vehículos.
El informe del organismo detalla que tanto en la fase precontractual como en la contractual, ALD no explicó de forma adecuada la naturaleza ni las características esenciales de esta cobertura adicional, que adquiría la mayoría de los usuarios.
Este servicio permitía reducir la responsabilidad económica del cliente al importe de una franquicia previamente pactada, siempre que los daños fueran comunicados de inmediato a través del portal de la compañía.
Sin embargo, la investigación concluye que ALD no aclaró este requisito, lo que impidió a algunos clientes beneficiarse plenamente de la protección contratada.
Falta de transparencia en los criterios de evaluación de daños
La AGCM también ha señalado que los consumidores no fueron informados de manera suficiente sobre los criterios utilizados por la empresa para distinguir entre daños derivados del uso normal del vehículo y desperfectos imputables al arrendatario.
Según la resolución, a la que ha accedido Fleet People, solo los desperfectos considerados como “desgaste normal” quedaban exentos de cargo, mientras que el resto se facturaba al cliente si no se notificaba con antelación.
El regulador italiano considera, además, que resultó una «práctica agresiva» cargar al cliente los costes de reparación de daños menores detectados únicamente al finalizar el contrato, tras la inspección técnica de entrega.
En varios casos, esos desperfectos eran leves o difíciles de identificar, lo que —de acuerdo con AGCM— «situó a los clientes en una posición de desventaja» al no poder acogerse a la cobertura de responsabilidad contratada.










