El gigante alemán de los componentes Bosch ha confirmado a través de fuentes del sector citadas por el periódico alemán Handelsblatt que se dispone a acometer un nuevo ajuste de personal que podría implicar la supresión de una cifra de puestos de trabajo situada en el rango de cinco dígitos.
Este plan se suma al anuncio de 9.000 recortes ya anunciado y realizado en 2024 y responde a la necesidad de la empresa de reducir costes por valor de 2.500 millones de euros.
En conjunto, la empresa eliminó ya el año pasado un total de 11.600 empleos en la división de movilidad, de los que 4.500 correspondieron únicamente a sus estructura en Alemania. Esta actividad representa dos tercios de la facturación del grupo y generó unos ingresos de 90.000 millones de euros el año pasado, consolidándose como el área de más volumen de Bosch, pero también la que más esfuerzo en eficacia y eficiencia requiere.
Presión sobre los márgenes
El director laboral de la compañía, Stefan Grosch, explicó recientemente en una entrevista con el diario Stuttgarter Zeitung que el objetivo de la compañía es situar la rentabilidad de la división de automoción en el entorno del 7%.
En 2024, el margen operativode Bosch se limitó al 3,8%, por lo que el ajuste de personal se considera «imprescindible» para aproximarse a esa meta.
Bosch sostiene que debe alcanzar una rentabilidad suficiente para preservar su independencia financiera, si bien en los últimos ejercicios ha incumplido varias veces los objetivos que se había marcado en materia de márgenes.
Las previsiones para el año actual no ofrecen un escenario demasiado favorable para la compañía, ya que la división de movilidad cerrará el ejercicio con una facturación estimada de unos 57.000 millones de euros, apenas un 2% más que en 2024, periodo en el que los ingresos ya se redujeron, si bien de modo suave.