Las multas interpuestas por la Guardia Urbana de Barcelona por aparcar patinetes de alquiler en sitios públicos en Barcelona han pasado de 41 en 2018 a 710 en lo que va de año, según ha informado Diario.es.
Desde la aprobación en 2017 de la ordenanza para poner coto a la circulación de patinetes particulares y de empresas de alquiler, la policía municipal ha puesto miles de multas a conductores privados por incumplir la normativa.
Las sanciones de deben por llevar a más de una persona en el vehículo o por conducir por la acera o por calzadas de más de 30 kilómetros por hora. Así como a empresas que alquilan patinetes y bicis por circular sin cumplir los «requisitos establecidos», a menudo grupos de turistas que van sin guía o sin casco, ambos obligatorios. En estos casos, se han puesto hasta 1.244 denuncias desde que existe la normativa, según datos del Ayuntamiento.
Desde el consistorio no atribuyen el aumento a ningún motivo concreto, más bien a una aplicación cada vez más concienzuda de la ordenanza municipal, pero la gran diferencia en la capital catalana de 2018 a 2019 es el desembarco de Reby, una empresa de patinetes de uso compartido que deja sus vehículos aparcados en párkings públicos de bicis para que los recojan allí los usuarios, que los activan vía app previo pago de un euro.
El problema deriva en que esos estacionamientos, las barras metálicas en forma de U, son exclusivos para bicis, con lo que su uso por parte de los patinetes conlleva una multa de hasta 100 euros.
La diferencia con Madrid u otras ciudades españolas, donde está regulado el sector de los patinetes con la concesión de un número determinado de licencias, en Barcelona todavía no se ha desarrollado esta normativa. No obstante, la ordenanza de circulación de peatones y vehículos sí recoge desde 2017 una serie de normas de uso de patinetes –llamados Vehículos de Movilidad Personal (VMP).
