El pasado 27 de febrero, Polestar anunció en inicio de la fabricación del Polestar 3 en China. Más adelante, a mediados de este año, está previsto que comience su fabricación en Carolina del Sur (EEUU).
Actualmente, la marca comercializa dos modelos, ambos eléctricos: el Polestar 2, un crossover lanzado en 2020 y actualizado en 2024 que mide 4,6 metros (a partir de 51.690 euros) y que sustenta las ventas de la empresa. El segundo es el novísimo Polestar 4, un crossover que está a la venta desde principios de este año (a partir de 65.900 euros) que mide 4,8 metros de largo.
El Polestar 3 que nos ocupa (desde 88.900 euros) es por tanto el más largo de la gama con sus 4,9 metros.
Aunque Polestar presentó su primer modelo en 2017 (el Polestar 1 fue un cupé híbrido enchufable del que se produjeron pocas unidades), aún es una marca desconocida para muchos potenciales clientes.
Polestar Automotive nació bajo el paraguas de Volvo Cars y, como la marca sueca, pertenece a la empresa china Geely, dueños también de Lotus y Lynk & Co. En España cuentan con cuatro puntos de venta a los que llaman Polestar Spaces (aunque el proceso de compra se hace mayoritariamente por Internet): dos en Madrid, uno en Barcelona y otro en Valencia.
Una ventaja de capital importancia es que los coches pueden hacer su mantenimiento en la red de Volvo Cars.
Durante el año pasado, Polestar comercializó aproximadamente 54.600 unidades, un 6% más que el año anterior, y de cara a 2024 la llegada del Polestar 3, con las primeras entregas a clientes durante el verano, deberán hacer crecer notablemente esta cifra.
El modelo que nos ocupa comparte la plataforma SPA2 de Volvo. Es la misma que emplea el nuevo Volvo EX90, cien por cien eléctrico y con siete plazas, y cuyo diseño es muy parecido al de los Polestar.
Las llantas de serie son de 20 pulgadas pero puede llevar de 21 y 22 pulgadas.
El primero que llegará a las calles es la versión de gran autonomía que cuenta con una enorme batería de 111 kWh y dos motores eléctricos, uno en cada eje.
Sus cifras de prestaciones son contundentes, incluyendo potencias de 495 o 524CV (con performance pack), aceleración de cero a cien kilómetros por hora en 4,7 segundos y una autonomía (WLTP) de hasta 631 km.
El tiempo de carga puede ser de tan solo 30 minutos del 10 al 80% de su capacidad si lo enchufamos a un cargador rápido de 250kW. En un cargador doméstico, serán necesarias 11 horas.
El amplio habitáculo destaca por la limpieza de líneas y simplicidad, el estilo escandinavo que han copiado muchas otras marcas. Integra magníficos asientos y, en el centro el salpicadero, una gran pantalla táctil tipo iPad.
Dispone de la última tecnología en conectividad y control por voz. Los usuarios disfrutarán de numerosas aplicaciones integradas (Spotify, Waze, Youtube, Google Maps o EasyPark), y la posición de conducción es más baja que en otros SUV, buscando mayor deportividad. La capacidad conjunta de los maleteros trasero y delantero es de 597 litros.
El hecho de haber sido desarrollado en colaboración con Volvo ha hecho posible que brille en aspectos como la calidad de sus acabados o los sistemas de seguridad.
Y respecto de las opciones para sibaritas, encontramos un equipo de sonido Bowers&Wilkins con 25 altavoces y 1.610 vatios.
Entre los competidores premium eléctricos del Polestar 3 estarían el nuevo Audi Q8 e-tron, el BMW iX, el Mercedes EQE SUV o el Porsche Macan Electric. El próximo modelo de la marca será el Polestar 5, una berlina deportiva rival del Porsche Taycan.
