El fabricante de automóviles Nissan analiza la estrategia de sus proveedores chinos de componentes con el fin de trasladarla a sus operaciones industriales globales, en un intento de reducir los costes de producción frente a la mayor carestía del mundo occidental, según ha declarado Tatsuzo Tomita, responsable de transformación de costes de la compañía, en la sede central de Yokohama, en declaraciones que recoge la agencia de noticias Rueters.
El directivo ha explicado que los suministradores chinos trabajan con «un uso intensivo» de piezas estandarizadas y en estrecha coordinación con diseñadores, un modelo que permite abaratar los procesos de producción.
El objetivo de la compañía pasaría por reducir 250.000 millones de yenes en costes variables (unos 1.710 millones de euros), una cifra considerada por Tomita como «enorme» y que puede lograrse «si la empresa mantiene el impulso actual, alimentado por miles de propuestas surgidas de los propios empleados».
«Hemos tenido acceso a métodos de trabajo de estilo chino», señaló Tomita, que subrayó que el reto consiste en aplicar esas fórmulas en las piezas de los vehículos actuales y de los futuros.

Como parte de su plan de reestructuración, Nissan mantiene el objetivo de reducir 500.000 millones de yenes —unos 3.430 millones de euros— en costes hasta marzo de 2027, de los cuales la mitad procederán de recortes en costes fijos y la otra mitad de costes variables.
El fabricante japonés busca con este programa consolidar un beneficio operativo y asegurar un free cash flow positivo en su división de automóviles en el ejercicio que cerrará en marzo de 2027.
Cierres y ajustes en la estructura industrial
La estrategia de ahorro incluye la reducción de 20.000 empleos y la consolidación de siete fábricas en todo el mundo, además del cierre de los centros de diseño de San Diego y São Paulo, anunciado esta misma semana.
A pesar de los drásticos recortes, la noticia de su aplicación ha impulsado las acciones de la compañía un 1,6% en la actualidad, lo que las sitúa en su nivel más alto desde finales de mayo.
Tomita ha asegurado que Nissan «no busca reducir la base de proveedores, sino intensificar la colaboración con ellos» para aprovechar eficiencias en toda la cadena de suministro.
El directivo destacó a Reuters que los fabricantes de componentes de origen chino se están expandiendo a mercados como Hungría, Marruecos y Turquía, lo que convierte a estas compañías en «potenciales socios estratégicos» para la estrategia internacional de Nissan.
El ejecutivo precisó también que el efecto de estas iniciativas de eficiencia se extenderá de forma más amplia «a finales de este año o a lo largo del próximo», con un impacto distinto en función de cada modelo de vehículo.