Rampa de salida. Preparados; listos; ya. De 200 en 200 diarios y ya van casi 30.000 desde que inició a fabricarse recientemente en la factoría de PSA Peugeot Citroën en Vigo. El nuevo Opel Combo, que debutó en la segunda mitad de 2018, ya se exporta a más de 30 países desde el centro gallego con Alemania, Reino Unido y, por supuesto, España, como principales focos de destino.
Concebido como el gran retorno de Opel al mercado profesional de vehículos comerciales ligeros y retomando un nombre que significa tradición, éxito y trabajo para la marca de la zeta, el Combo está consiguiendo ya justo lo que Opel se ha propuesto para este vehículo: un rico mix de venta con sus dos opciones: la profesional y la particular, enfocada esta última en los clientes que cuentan con una visión activa y dinámica de la vida.
A las primeras de cambio, el Combo está funcionando bien en empresas. En el primer trimestre del año suma ya casi 700 entregas a flotas, con un crecimiento del 16% en nuestro país. Y de esta cifra, el 53% se corresponde con adquisiciones directas de empresas y con operaciones de renting. Y el apartado particular no queda detrás, con casi 500 ventas efectuadas para totalizar 1.221 ventas del Combo entre enero y marzo, con un 80% de crecimiento.
“Queremos reconquistar el mercado de vehículos comerciales”, aseguraba recientemente y en rueda de prensa el primer ejecutivo comercial de Opel en España, Jorge Tomé. Lo cierto es que el modelo supone ya el 6% de las ventas de Opel en España e incrementará esa cifra al final del ejercicio, con una previsión de 7.000 unidades en un año completo.
“Es perfectamente posible porque contamos con dos propuestas completas que encajan perfectamente con las nuevas necesidades de los consumidores”, subraya Tomé, quien significa que “la versión cargo, por ejemplo, ofrece al profesional el menor coste de propiedad posible, el mejor volumen de carga del segmento con hasta mil kilos y capacidad para dos europalés”, subraya.
Para Opel, la llegada —o, mejor dicho, el retorno— del Combo supone añadir volumen y cubrir un espacio que actualmente no llenaba. “Es un mercado que en España supone 230.000 unidades, tiene mucho movimiento y es muy importante”, apunta Tomé al respecto.
Cada uno, su parte
Con el aliciente de que el Combo dispondrá de una versión eléctrica que se fabricará también en Vigo dentro de dos años, lo que añade al portfolio del modelo un nuevo plus de utilización en el ámbito profesional ante las restricciones de circulación de las grandes ciudades, su principal atributo en el plano laboral reside en las múltiples opciones reales que ofrece al autónomo liberal y como vehículo para fuerza comercial.
En este sentido, cuenta con configuraciones adicionales a la convencional de 4,75 metros (XL) más la opción de doble cabina, un volumen de carga de hasta 4,4 metros cúbicos y carga útil de hasta mil kilogramos. Y entre 600 y 850 litros de capacidad de maletero.
Opel considera que a estos factores se debe sumar el de la baza tecnológica como argumento de compra o de renting para el cliente, ya que la versión profesional, por ejemplo, se nutre de todos los adelantos tecnológicos que utiliza la opción ‘Life’ enfocada en el cliente particular, con elementos como el adaptador de velocidad, el sistema de control de descenso, la alerta de colisión frontal y de mantenimiento de carril.
Con tres opciones iniciales diésel de 75 y 105CV más tres de gasolina con 76, 102 y 130CV de potencia, el Opel Combo está disponible en el mercado con un contrato de renting en su versión 1.6 de 75CV de 260 euros sin IVA que incluye cambio de neumáticos, mantenimiento, seguro y asistencia.
