lunes 4, diciembre, 2023

ÚLTIMO NÚMERO

NEWSLETTER

From the Inside Talks: It´s the end of the World as we know it

Share & Fleet

En este texto...

Autor

It’s the end of the world as we know it (And I feel fine) (1987)

Llevamos unos cuantos años hablando del cambio de modelo del sistema de distribución en el sector de la automoción. Cada vez hay más voces que se alzan diciendo que las redes de distribución oficiales han de modernizarse… o prepararse para la extinción.

Modelos de concentración, vertical o lateral amenazan al concesionario tradicional. Todo esto es cierto.

Lo que no se ha llegado a plantear tan claramente el sector es qué pasa con el resto de elementos de la cadena de distribución.

A los dinosaurios no les avisaron con tanto tiempo antes de que se extinguiesen

A los dinosaurios no les avisaron con tanto tiempo antes de que se extinguiesen. Aun en términos de tiempo paleontológico, generalmente muuuuuy lento para parámetros humanos, no es normal que nada te avise con tanta antelación de que te tienes que adaptar o de que desaparecerás.

Todo el mundo habla del cambio de ciclo y de modelo, como si fuese una balada, como Wind of change de Scorpions y así estaba siendo, poco a poco, “despacito” (esto no es canción), pero ¡Ay amigo!, la vida pasa cada vez más deprisa y nos coge a todos tarde o temprano.

 

Con la irrupción de nuevos participantes, la cambiante (a peor) situación económica y con la globalización, la canción ha cambiado. Ya no es una balada. Va a ser más rock and roll.

Al final tenían razón R.E.M. cuando nos decían que era el final del mundo tal y como lo conocemos.

El cambio, los recortes, la “extinción”, no amenaza solo a las redes de concesionarios, también amenaza a las filiales de los fabricantes en todo el mundo.

 

No son pocas las “marcas” que plantean recortes, reestructuraciones, búsqueda de eficiencias organizativas para los próximos meses. Por no hablar de los movimientos, anunciados o no, de fusiones entre fabricantes.

Al final, habrá una consecuencia: menos personal en las filiales y mayor concentración en los concesionarios

La irrupción de nuevos modelos de distribución hará que el sector se agite, pase por cambios y al final habrá una consecuencia: menos personal en las filiales y mayor concentración en los concesionarios.

Automotive incinerate es una de esas frases cantadas, casi rapeadas a toda velocidad en la canción que da título a este artículo. No anda muy desencaminada.

El título fue publicado originalmente en el disco Document en el año 1987 (y aquí cito textualmente a Wikipedia, lo aclaro para que nadie me pueda decir que copio en mi tesis, como el Presi): aunque proveniente de una versión previa con la que guarda similitudes en varios aspectos, bajo el título de PSA (Public Service Announcement, no la mitad Macho Alfa de Stellantis), que no llegó a editarse hasta hacerlo posteriormente con el nombre de Bad Day.

Cover del LP 'Document', de R.E.M. (I.R.S., 1987)
Cover del LP ‘Document’, de R.E.M. (I.R.S., 1987).

 

En este caso, en la automoción no podemos decir que esté teniendo “un mal día”; en este caso es mejor que todos tengamos claro que el chaparrón no va a parar y que se seguirán vendiendo muchísimos coches, pero no como hasta ahora.

La pregunta del millón es: ¿Seremos capaces de acabar como el corolario de la canción de R.EM. (… And I feel fine?)

Darwin nos puede echar una mano en esto y sabemos todos a estas alturas, que solo los que se adapten sobrevivirán, pero no lo dudéis: Habrá bajas en las redes de distribución y en las plantillas de las filiales.

From the Inside Talks: It´s the end of the World as we know it

 

Coda o corolario (enero 2022):

La intrahistoria de este artículo es que andaba yo mosqueado con mi editor (Alá le tenga siempre en su gloria) porque no me lo había publicado. Y cada vez que escuchaba a R.E.M. en la radio, me volvía a acordar y pensaba que no estaba tan mal, que no entendía por qué no me lo había publicado…

… Pero resulta que andaba creativo ese día y escribí y mandé dos artículos (o eso pensaba yo)… aunque este, el que están leyendo, nunca salió de mi ordenador. Y yo pensando que mi editor era un capullo.

Era mayo de 2019.

Desde entonces, cada cierre de año, además de cuando la radio me lo recordaba, pensaba en este artículo y en lo certero que el tiempo había demostrado que se había convertido.

En estos dos años y medio de congelación involuntaria del artículo, el mundo de la automoción ha cambiado infinito, y lo que queda

La pandemia, la crisis posterior, la falta de semiconductores… Eso no lo veía venir nadie.

El cambio de modelo, sí.

Esta hecatombe mundial no lo ha provocado, pero sí que lo ha acelerado. En estos dos años y medio de congelación involuntaria del artículo, el mundo de la automoción ha cambiado infinito, y lo que le queda.

Pero no es solo el mercado. No eres tú, soy yo (también). Como dice la canción de Estopa, Naturaleza (con India Martínez): Lo que me pasa es que yo estoy cambiando y creo que no es para bien.

 

Si en 2019 hubiese visto Don’t look up, lo mismo habría escrito lo de que a los dinosaurios no les avisaron con tanto tiempo, con más gracia.

Al menos hubiese hecho algún chiste sobre el look abertzale de Jennifer Lawrence, sin embargo, sí que la conclusión con cada evolución del mercado automovilístico es la misma, e independientemente de las películas que veamos o que nos cuenten: Es el final del mundo tal y como lo hemos conocido.

Al menos, como lo hemos conocido los viejos del lugar.

El problema no son solo los nuevos modelos de venta o de tenencia/uso en lugar de compra, ni la distribución on-line, ni la suscripción, ni la fusión de fabricantes o la irrupción de Tesla o los coches eléctricos, o los fabricantes chinos (que vendrán en marabunta); ni siquiera, la desaparición de las redes y su transformación en ventas directas y meros entregadores.

Lo peor, para los nostálgicos como yo, quemados de gasolina y asfalto pegajoso, es que la automoción ha perdido el alma: Las fábricas echando coches como churros y los demás, a venderlos como fuese.

Ahora ya nadie se preocupa por hacer lo máximo posible, de colocar coches hasta debajo de las piedras, hasta a tu prima la coja, que además tiene exención de IM.

Ahora solo se trata de cumplir el Q y reportar.

En el pecado, la penitencia.

Al final, quedarán un par en controlling y un mono facturando.

Y los demás, a ver obras y a jugar a la petanca.

From the Inside Talks: It´s the end of the World as we know it

 

¿Dónde quieres recibirla?

    Más información

      Kia EV9, el nuevo 'must' ecológico para el CEO concienciado

      Lo más visto