El fabricante de automóviles Fisker obtuvo, por tercer año consecutivo, unas pérdidas netas de 471,3 millones de dólares (414,9 millones de euros al cambio actual) en 2021, lo que supone multiplicar por tres los 130 millones de dólares (114,4 millones de euros) que perdió un año antes.
«Nuestro equipo, extremadamente dedicado y centrado, está trabajando estrechamente con todos nuestros proveedores para mantenerse en el camino de entregar los primeros Fisker Ocean este año, en noviembre. En medio de las limitaciones mundiales de semiconductores y otros suministros, trabajamos regularmente en colaboración con socios clave para identificar y mitigar cualquier problema», ha asegurado el presidente y consejero delegado de la empresa, Henrik Fisker.
Las pérdidas operativas de la compañía alcanzaron los 329,3 millones de dólares (289,97 millones de euros) en 2021, un 665% más frente a los 43 millones (37,86 millones de euros) de ‘números rojos’ de 2020. Además, obtuvo una facturación de 106 millones de dólares (93,3 millones de euros).
El último trimestre de Fisker
Así, entre octubre y diciembre, la compañía registró unas pérdidas netas de 138 millones de dólares (121 millones de euros), un 58,6% más, mientras que sus pérdidas operativas también crecieron un 329%, hasta 133 millones (117,1 millones de euros). Su cifra de negocio en el último trimestre del año ascendió a los 41 millones de dólares (36 millones de euros).
De cara a 2022, Fisker incrementará sus gastos operativos hasta alcanzar los 500 millones de dólares (440 millones de euros) que, incluyendo los gastos de capital, ascenderían hasta los 790 millones de dólares (695 millones de euros).
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