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“En otros países no hemos tenido tantos problemas como en España»

JAIME RODRÍGUEZ DE SANTIAGO-CONCHA Y ARGOS, Country manager de BlaBlaCar en España

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Juan Arús
Juan Arús
Periodista económico apasionado en transformar objetivos en resultados, Juan Arús (Madrid, 1975) ha trabajado para diversos medios de comunicación escritos de España, generalmente económicos y habitualmente en las secciones de Empresas y Automoción. Gran aficionado a la moda masculina, cuenta con un vasto repertorio de artículos de referencia publicados sobre vestuario clásico en diferentes medios. Edita y dirige Fleet People desde 2015.

Como buen ejemplo de startup, BlaBlaCar tiene al frente de sus filiales de España y Portugal a un joven aunque sobradamente preparado (JASP) ingeniero de Telecomunicaciones con las cosas muy claras, aunque sorprendido por la beligerancia hacia el modelo de negocio de su compañía que están demostrando algunos colectivos en el mercado español, algo que no ha pasado en otros países en los que opera.

Rodríguez tiene muy claro que algo está cambiando en la sociedad y en la forma de consumir de las personas y que fórmulas como la del coche compartido sirven para responder a unas demandas de movilidad que estaban sin cubrir por parte de unos consumidores que ya no anhelan el coche como un objeto de deseo y de estatus, sentimientos que han derivado hacia los teléfonos móviles (inteligentes, claro).

El ejecutivo ha estado vinculado desde el comienzo de su carrera profesional al mundo de las startups, donde siempre ha querido trabajar, ya que pasó por 6CERO y por Zhilabs hasta que recaló en BlaBlaCar, una empresa que ya tiene más de 10 años de historia y que nunca se imaginó que llegaría a ser en lo que se ha convertido en la actualidad.

En su opinión, esta red social en la que los usuarios comparten los gastos del viaje representa “uno de los ejemplos más puros” de economía colaborativa, un ‘rara avis’, dado que no existe ánimo de lucro y porque se está haciendo un uso más eficiente de un recurso que, de otra manera, estaría ocioso, como son las plazas del vehículo durante dicho trayecto. Sin embargo, alerta de que, con la tendencia actual de creación de nuevas plataformas tecnológicas y startups, hay que tener muy claro qué es economía colaborativa y qué no.

“Para mí, es clave entender que no todo lo que se conoce como economía colaborativa lo es y que, dentro de la misma, hay modelos muy diferentes”, afirma en una entrevista concedida a Fleet People en las oficinas centrales de las compañía, en Madrid.

BlaBlaCar
FOTOGRAFÍA: Fernando Arús.

Rodríguez señala que no tiene sentido que se regule toda esta actividad por igual, ya que no es lo mismo una persona que alquila su casa y obtiene un beneficio de ello que quien “puntualmente” comparte los gastos de un viaje en coche con otras personas a las que no conoce, “como se ha hecho toda la vida con los amigos”. Por ello, aboga por que este proceso de regulación se haga con sentido común.

El country manager de BlaBlaCar en la Península Ibérica no cree que exista una analogía entre lo que está sucediendo en la actualidad en el escenario político, con el nacimiento de nuevos partidos que están ganando terreno a los tradicionales, y lo que está pasando en con el surgimiento de nuevas iniciativas de movilidad como la propia BlaBlaCar, así como fórmulas como Uber o Cabify, que están revolucionando el panorama del transporte tradicional.

Bajo su punto de vista, lo que se está produciendo es que existen nuevas generaciones que se han criado con nuevas tecnologías y con formas diferentes de pensar, lo que se está reflejando en la forma de acercarse al consumo.

“El coche ya no es el bien que todo joven desea tener, sino que seguramente sea un móvil. Está habiendo un cambio de muchos paradigmas y, seguramente, el surgimiento de nuevos partidos políticos y de nuevas formas de consumir el ocio y de hacer todo lo que hacemos tiene que ver con esos cambios de paradigma que está habiendo en la sociedad”, apunta.

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En este sentido, recuerda que las curvas de adopción de tecnologías actuales son mucho más rápidas que a principios del siglo XX y resalta que el grado de penetración que logró Internet en sus primeros diez años de vida fue cinco veces superior al que logró la televisión.

“Estamos viviendo un cambio como consumidores y sociedad, en el que se está pasando de una mentalidad de posesión a una de acceso. Ya no es tan importante tener un coche o a un disco, como el acceso a los mismos”, afirma. En esta línea, vaticina que en los próximos diez años se va a producir una “transformación radical” de la movilidad en las grandes ciudades, donde poseer un vehículo particular va a convertirse en “algo muy difícil de concebir” y algo reservado únicamente a personas que realmente lo necesiten, “no cómo hasta ahora que era un objeto de deseo y un símbolo de estatus”.

 


España es el único lugar en el que hemos tenido problemas judiciales. En otros países también hay medidas, pero de apoyo


 

La rentabilidad, muy cerca

En este entorno de nacimiento de nuevas iniciativas de consumo y vinculadas con la movilidad de las personas nació BlaBlaCar, una startup que ya tiene 10 años de edad (seis de ellos en España) y que está aumentando su negocio a pasos agigantados.

La compañía ha alcanzado 25 millones de usuarios en los 22 países en los que opera y un 10% del volumen se concentra en España, con más de 2,5 millones. Dichas personas, a través de esta red social, quedan para dividir los gastos de un viaje, que en muchas ocasiones une dos puntos de la geografía y que, de otra forma, hubieran tenido una conexión muy compleja.

“El 40% de los viajes de BlaBlaCar tiene origen y destino en ciudades de pequeño y mediano tamaño, por lo que el coche compartido está conectando de forma directa lugares que no lo estaban”, asegura.

El máximo responsable de la firma destaca que existe una demanda de movilidad bloqueada que, con iniciativas como el coche compartido, se está desbloqueando, ya que en su opinión no todos los usuarios de BlaBlaCar hubieran viajado en autobús de no hacerlo a través de esta plataforma, sino que habrían buscado otro tipo de alternativas. Según Rodríguez, ésta es la receta del éxito que está teniendo este negocio y que le ha llevado a aumentar su número de usuarios en todo el mundo, aunque todavía no hayan logrado cifras de rentabilidad, principalmente por la fuerte expansión internacional que están llevando a cabo.

“A día de hoy, BlaBlaCar como empresa no es rentable a nivel global, porque estamos financiando nuestra expansión en muchos mercados a la vez. BlaBlaCar vive de su modelo de negocio y de las aportaciones que hacen sus inversores”, indica, al tiempo que recuerda que en el caso concreto de España, al igual que sucede en otros mercados maduros como el francés, están cerca del break even, aunque todavía se tiene que sustentar el crecimiento en otros países en los que se acaban de introducir como Brasil, México o India.

Así, destaca que España es para su empresa el segundo mercado en importancia y por tradición, no así por volumen (superado por países como Rusia), ya que, después de Francia, fue el segundo lugar en el que se instaló el negocio y se empezó a “monetizar”.

 

BlaBlaCar
FOTOGRAFÍA: F.A.

 

Tanto en el territorio español como en el resto, la clave del éxito de esta iniciativa es la publicidad que se obtiene a través de los propios usuarios. “No creo que haya muchas empresas en las que dos tercios de su crecimiento vengan del boca a boca”, apunta y recuerda que cuatro o cinco personas comparten gastos en un viaje con personas que no conocen y luego lo cuentan a sus amigos, algo que genera un crecimiento orgánico “muy fuerte”.

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A pesar de la evolución positiva que está experimentando la empresa, el country manager de BlaBlaCar en la Península Ibérica afirma que España es el único país en los que opera la compañía donde está teniendo problemas judiciales.

No sólo eso, sino que recuerda que en otros mercados la actividad de coche compartido cuenta con ayudas por parte de las administraciones públicas.

“En ningún otro país hemos tenido la más mínima duda sobre la legitimidad de nuestra actividad, es más, en países de Centroeuropa y de nuestro entorno hay políticas públicas de estímulo a nuestra actividad, con mecanismos como rebaja de peajes o puntos de encuentro en ciudades”, indica.

Rodríguez asegura que el conflicto judicial al que se enfrenta en España, en el que recientemente se ha desestimado la adopción de medidas cautelares, nace de una demanda por competencia desleal por parte de la Confederación de Transporte de Autobús (Confebus), que argumenta que los usuarios de BlaBlaCar están haciendo un uso de transporte profesional sin licencia, así como que la empresa está intermediando en ello y que esta actividad ha generado un descenso del 20% en los viajes de autobús en los últimos cinco años.

El responsable de la firma apunta que ésta convive con normalidad en otros países de su entorno.

“En Alemania o Francia no hemos tenido este tipo de fricciones”, explica, al tiempo que asegura los usuarios de BlaBlaCar comparten gastos y que existen medidas “efectivas” para impedir que se logre beneficio. Además, subraya que la compañía no puede estar intermediando en una actividad profesional que no existe, ya que se está compartiendo gastos, “como han hecho los amigos toda la vida”.

Por último, destaca que la bajada del uso del autobús que reclama Confebus es “imposible de entender”, puesto que, además de que dicha Confederación ha achacado dicha caída a otras causas, como la crisis o la actividad de Renfe, “los números no salen, porque el negocio de media y larga distancia en España son unos 300 millones de pasajeros y en BlaBlaCar se mueven 10 millones por trimestre en todo el mundo, no en España”.

 

“No veo la televisión, pero mi serie favorita era Buffy Cazavampiros”

¿Qué es lo que pensó esta mañana cuando pensó en esta entrevista? Que no había dormido y que iba a tener ojeras

¿En qué gran compañía le hubiera/gustaría trabajar? Mi sueño no era  trabajar en una gran compañía, sino new-balance-996-revlite-grey-white-mrl996fb-486-zoom-3‘startups’. No sabía que BlaBlaCar se iba a convertir en lo que se ha convertido

¿Qué carrera universitaria le recomendaría a su hijo? Voy a barrer para casa. Teleco, que es lo que estudié. Te enseña una forma de pensar

¿Uber o Cabify? En España sólo hay Cabify

¿Cuál es su restaurante favorito? Un japonés al que voy desde pequeño que se llama Janatomo (Madrid)

¿Zapato o zapatilla? Zapatilla, he venido a la entrevista en zapatillas

¿Qué programa de la televisión ve del que se avergüence? No veo la televisión, pero mi serie favorita era Buffy Buffy_Cazavampiros_-_Temporada_04_-Cazavampiros

¿Qué capricho se permitiría si le tocara la lotería? Un año trabajando en una casa que tengo en el campo. La estoy reconstruyendo a mano

¿Ha visto alguna de las películas ganadoras de los últimos Goya? No

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