El año pasado, Seat colocó sus ventas mundiales en más de 400.000 unidades. Eso no le ocurría desde hace casi una década.
En esa mutación comercial continua que está experimentando la compañía de un tiempo a esta parte ha tenido mucha, pero mucha influencia la introducción en el mercado de la tercera generación del compacto León. El modelo se presentó a mediados de 2012 para cambiar la cara y, sobre todo, la percepción exterior de la marca. Su vida, a fin de cuentas.
El coche cumple a rajatabla con la máxima de cualquier blockbuster automovilístico: el coche que se ve en la calle es el que se vende. Un 40% de las ventas de Seat el año pasado se asociaron directamente al León, un vehículo que se ha enganchado como una lapa al cliente de la calle.
Esa socialización pública del modelo ha tenido un efecto fundamental en el área de ventas corporativas de Seat en los últimos ejercicios. Tradicionalmente condicionada por la uniformidad en la oferta de producto en este canal, y comandada por el Ibiza y el Altea, la llegada del León cambió por completo la fisonomía de las ventas a empresas de la compañía.
“Es nuestra gran referencia, ha ocupado un espacio perfecto y su evolución ha sido y es magnífica”, explicaba Antonio Calvo, director de Flotas de Seat España (en la imagen, junto al nuevo Seat Ateca), durante la jornada específica dedicada al renting que cada año comparte la firma con empresas, ejecutivos y entidades ligadas al coche con C.I.F..
El León fue el segundo turismo de renting más vendido en 2015 en España, con 3.903 unidades y casi un 10% de cuota de mercado. En 2014, también fue segundo (3.083 unidades) y en 2013, en su primer año natural de ventas, entró directo a la octava posición en el top ten (1.048).
De hecho, si se computan todas las entregas formalizadas con Código de Identificación Fiscal (C.I.F.), a todo tipo de persona jurídica, El León fue el líder del mercado, con 9.686 unidades y un alza del 25% respecto de 2014, según datos de Fleet People.
Ateca Power
Esa tónica creciente de la empresa en el universo de las flotas puede encontrar el impulso definitivo con el Seat Ateca, el primer Sport Utility Vehicle (SUV) de su historia. Llega a un mercado maduro y consolidado en el segmento en el que compite, pero el fabricante ha sabido posicionarlo en precio y equiparlo para atraer la atención del gestor de flotas, un tipo de cliente al que se convence por el condicionante económico, en primer lugar, pero también, en los últimos años, entusiasmándole con todo tipo de gadgets tecnológicos.
“El Ibiza y el León nos lo han dado todo, pero el Ateca entrará de lleno en el canal de flotas y será nuestro tercer pilar comercial”, explica Antonio Calvo a este magazine.
Las expectativas de Seat son muy ambiciosas con el nuevo SUV. Si se consiguen, llevarían a la marca al olimpo del renting.
Del Ateca se espera que sume hasta 3.000 unidades anuales al portfolio de renting de Seat, una cifra que colocaría al modelo como el segundo más vendido de su segmento en un canal que atacará con una cuota de entre 320 y 350 euros.
De momento, los estudios de valores residuales que se están efectuando con el Ateca le colocan como el segundo con mejor puntuación, lo que transmite una dosis extra de confianza al director de Flotas de Seat. “Se están haciendo bien las cosas y se ve en los productos que lanzamos”, resume a Fleet People.
¿El futuro? Otro SUV, más pequeño que el Ateca, que se fabricará en Martorell a partir del próximo año. ¿Se venderá en flotas? “¿Usted que cree?” responde pleno de sonrisa Antonio Calvo. Pues eso.
