Casi el 70% de los conductores en España declara que no contempla adquirir un vehículo de fabricantes chinos, principalmente por falta de información o confianza, según datos recopilados a través de una encuesta efectuada por el Observatorio Cetelem.
El informe asegura que, entre quienes reconocen alguna marca, MG lidera la lista con un 64% de menciones, seguida de BYD con un 35%, pero otras firmas como Great Wall apenas alcanzan un 3% de notoriedad, lo que «evidencia el escaso conocimiento» que existe entre los consumidores españoles sobre las marcas de automóviles procedentes de China.
A pesar del desconocimiento generalizado, un 36% de los encuestados considera, eso sí, que la entrada de marcas chinas contribuirá a reducir los precios de los coches en el mercado español, mientras que un 27% cree que incrementará la competencia y mejorará la calidad.
Estas percepciones varían según la franja de edad, ya que los conductores mayores de 55 años muestran un mayor conocimiento de las marcas chinas, pero también son más exigentes en términos de calidad y seguridad, con un 43% que considera «buena o muy buena la calidad» y un 39% que opina lo mismo sobre la seguridad de estos vehículos.
Entre los jóvenes de 18 a 24 años, un 43% se muestra más predispuesto a comprar un coche de marca china, motivados por el factor precio.
No obstante, el 36% de este target indica que no compraría un vehículo chino por falta de información, y un 30% por desconfianza. En este sentido, y continuando en este grupo de edad, un 13% califica la calidad de los coches chinos como «mala o muy mala», mientras que un 14% los considera «inseguros o muy inseguros».
El estudio señala igualmente que, aunque la mayoría de los conductores españoles «no se plantean actualmente» la adquisición de un coche de marca china, esta percepción podría cambiar si se introducen mejoras en el precio, la calidad y la seguridad.
Al respecto, un 31% de los encuestados afirma que reconsideraría su decisión si los precios fueran más competitivos, mientras que un 23% lo haría si las recomendaciones y opiniones mejoraran y un 20% si se produjeran «avances claros» en materia de seguridad.