Él es un buen ejemplo de cómo la ilusión y la constancia consiguen sacar adelante tus sueños. De ese afán por catapultar sus conocimientos emanan los Talleres Gastronómicos en Guadarrama (Daoiz y Velarde, 15), de su inquietud por aprender, descubrir y poner en práctica las enseñanzas sacadas de los fogones familiares. La cocina materna es la más sabia…
David monta estas clases con el ánimo de impartir sabiduría y encender el fuego de la curiosidad a todos aquellos cocinillas ávidos de alimentarse. Hoy en día cada vez más personas se aventuran a entrar en las cocinas, pero la ignorancia o el temor, hacen de freno de mano.
Por eso la propuesta de David Luengo cobra mayor interés, te invita a cocinar, a equivocarte, a que tus manos sean los utensilios, a que pruebes, a que solventes dudas y a que aprendas a sacar partido a la comida de siempre.
Pero como bien apunta el creador: “No sólo enseñas, sino que aprendes: aprendes nuevas formar de utilizar un alimento, un nuevo proceso, aprendes como lo hacían antiguamente, aprendes nuevas ideas locas y escuchas y dialogas con gente nueva. Y enseñar, te enseña. A ser persona, a respetar y empatizar”. Una buena filosofía donde prima dar valor a la cocina casera.
Como buen taller que se preste, la cocina se abre a todo el mundo. Puedes ir con amigos y hacer un monográfico de arroces durante dos horas, o llevarte a los niños para que jueguen y aprendan a hacer pan de diferentes clases. “He tenido niños y niñas de cinco años, y mayores de 90 años. Todos salen encantados y con ganas de volver”, señala David.
Además de los citados talleres de arroces y panes —sin duda los más preciados— se imparten también clases de bacalao, postres caseros y guisos con aroma a hogar. Su idea es seguir realizando talleres sencillos y aptos para todo tipo de chefs “donde todo el mundo participa y colabora, aporta ideas y variaciones a las recetas, cuenta anécdotas y vivencias relacionadas con lo que se está cocinando”
Gracias al boca a boca y a las redes sociales ahora existe una propuesta en Guadarrama en la que puedes vivir una experiencia gastronómica única. Porque no hay nada como hacer tu propia hogaza o sorprender a tus amigos y familiares calzándote un arroz negro de aplauso.
Este tipo grande de 1,93 metros de altura te sacará el cocinero que llevas dentro…
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