Se estima que en el horizonte de 2030 todas las capitales europeas podrán establecer zonas de transporte sin emisiones gracias a una producción suficiente de vehículos eléctricos fabricados en Europa, una conclusión revelada por un estudio publicado por el lobby energético Transport & Environment, que indica que en 2026 habrá más modelos de furgonetas eléctricas que de combustión, y además que un año después, en 2027, su precio será más asequible que sus equivalentes diésel.
El estudio de T&E también ha puesto de manifiesto que el mercado de furgonetas eléctricas podrá disponer de más modelos a la venta que de combustión en 2026, con una oferta de 48 modelos eléctricos frente a 46 de gasolina o diésel.
Además, se proyecta que la continua reducción en los costos de las baterías hará que las furgonetas eléctricas sean más económicas de adquirir que las diésel a partir de 2027.
En cuanto al coste total de propiedad (TCO), un elemento clave en el negocio de las flotas y el renting y que incluye partidas como el combustible y el mantenimiento, «las furgonetas eléctricas ya han demostrado ser más rentables que las diésel en muchos países europeos», apunta el lobby, pero siempre que se consideren incentivos financieros públicos, por ejemplo.
T&E igualmente considera que los modelos actuales de vans eléctricas cumplen con las necesidades de la mayoría de los conductores de este tipo de vehículos en cuanto a su autonomía, «con 23 modelos que ofrecen más de 250 kilómetros de autonomía y tres que superan los 330 kilómetros, lo que asegura que pueden realizar sus recorridos diarios sin necesidad de recargar».
3,9 millones de furgonetas eléctricas en 2030
Entre 2025 y 2030, se estima que se venderán en Europa y Reino Unido, un total de 3,9 millones de furgonetas eléctricas, lo que permitirá que las 27 capitales de la UE, junto con Londres, implementen zonas de cero emisiones para el transporte de mercancías, explica el informe de T&E.
El análisis realizado por la asociación junto con la entidad Clean Cities Campaign apunta que las flotas más grandes, aquellas que superen los cien vehículos, solo requerirán un 32% de la oferta disponible.
Incluso si estas zonas se extendieran a flotas más pequeñas, de entre 20 y 50 vehículos, «habrá suficientes furgonetas eléctricas para abastecer a todas las ciudades, lo que facilitaría la eliminación de las flotas diésel y gasolina en las capitales en 2030», destaca el estudio.
Las furgonetas eléctricas se perfilan como un elemento clave en la descarbonización de los centros urbanos por parte de las Administraciones centrales y locales. Las zonas de cero emisiones, que solo permiten vehículos sin emisiones, se han popularizado en Europa como una medida que busca reducir la contaminación.
Hasta la fecha, 35 de estas zonas están planificadas para los próximos años, con 19 previstas para entrar en vigor en 2025, la mayoría centradas en el transporte de mercancías.
Este impulso ha sido reforzado por la normativa europea de calidad del aire, que entrará en vigor en 2030 y que exigirá a las ciudades adoptar medidas adicionales para evitar superar los límites de contaminación. Aunque las regulaciones de CO2 para furgonetas han sido menos estrictas que las de los automóviles, la creciente demanda del sector privado, las exigencias normativas sobre la calidad del aire y las nuevas restricciones en estas zonas han incrementado la adopción de vehículos eléctricos en el transporte profesional.
