Aquí, a un servidor, la única nube que le queda en el horizonte cercano es la que se cernirá sobre los ERTE sin ‘te’ que se avecinan. Veremos en qué queda la cosa cuando las medidas de reducción de jornadas laborales se agoten y en qué se traducen. No queda mucho.
Salvo por esta incógnita, reconocible y que, oiga, ahí está, tengo que reconocer que veo los próximos meses y los dos próximos años, si me apuran, con confianza y optimismo.
Las economías globales están recuperando el ritmo prepandémico y países como Alemania han anunciado que volverán a sus niveles de PIB de 2019 cuando concluya el ejercicio actual.
No sé si a ustedes les ocurre lo mismo que a mí, pero todos mis alrededores retoman el trabajo en espacio físico en este mes de septiembre. A la vuelta de la esquina.
Me parece una buena noticia.

Pienso que las fórmulas mixtas que se están integrando en la sociedad son positivas y, como todo, también opino que ni tanto, ni tan calvo. Ni el cien por cien del tiempo en casa, ni jornada completa en el despacho. Es decir, eso que ahora llaman Phigital en relación con los nuevos hábitos de compra de los consumidores de automóviles. Phigital.
Si perdemos el contacto físico, el cara a cara, y más en un país como España, lo habremos perdido todo. ¿No creen?
Me gusta la palabreja y creo que define muy bien el momento que vivimos. Una mezcla. Una mixtura.
Ni todo envidado a los ceros y unos, ni todo a lo palpable.
Nos gusta gambetear por la pantalla del móvil y del ordenador, pero también queremos que nos miren y nos hablen de tú a tú cuando afrontamos un desembolso trascendente.
Y lo mismo pienso de los entornos de flotas, renting y demás.

Se me hace duro pensar en una prospección comercial digitalizada y considero difícil eliminar de la ecuación de las flotas el ‘efecto café’.
En concreto, los cientos de cafés que se toman los comerciales de las divisiones de flotas de las marcas de automóviles, los de las empresas de renting y los de los nuevos actores, los brokers, con sus potenciales clientes.
Me gusta la palabreja ‘Phigital’ y creo que define muy bien el momento que vivimos. Una mezcla. Una mixtura
Se me hace un poquito de bola creer, hoy en día, que la generación de new business va a llegar en el negocio de las empresas a través de leads o de sus sucedáneos, como pueda ocurrir con el cliente particular.
No sé. Pienso que en este país de extremos, el concepto Phigital puede triunfar. Y también con las empresas.
Pero no prescindamos de la presencia física, del cara a cara, del contacto humano. Si perdemos eso, y más en un país como España, lo habremos perdido todo. ¿No creen?