Renault está estudiando la introducción de un plan de ajuste laboral de su estructura administrativa que podría implicar la supresión de unos 3.000 puestos de trabajo en departamentos corporativos, según ha informado Reuters, que cita una información inicial del semanario francés L’Informe.
El proyecto formaría parte de un programa interno de reducción de costes denominado Arrow, que busca optimizar la eficiencia del grupo «en un entorno de elevada competencia y presión sobre los márgenes».
El plan afectaría principalmente a las áreas de Recursos Humanos, Finanzas y Marketing y supondría una disminución del 15% en los equipos de soporte, tanto en la sede central de Boulogne-Billancourt, en las afueras de París, como en otros centros internacionales de la compañía.
Simplificación y contención de costes
De acuerdo con L´Informe, la decisión final sobre el alcance del ajuste se tomará antes de que finalice este mismo ejercicio.
Renault ha confirmado que está sopesando la aplicación de diferentes medidas para reducir los costes fijos, aunque todavía no se han cerrado cifras concretas.
“Ante las incertidumbres del mercado automovilístico y un entorno extremadamente competitivo, confirmamos que estamos considerando vías para simplificar nuestras operaciones, acelerar la ejecución y optimizar los costes fijos”, ha declarado un portavoz del grupo francés, a Reuters.
A cierre de 2024, Renault contaba con 98.636 empleados en todo el mundo.
La compañía registró en el primer semestre de ese mismo año unas pérdidas netas de 11.200 millones de euros, tras contabilizar un deterioro de 9.300 millones vinculado a su participación en Nissan.