La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) estadounidense ha cerrado la investigación abierta en 2023 sobre la efectividad de las medidas de seguridad para peatones utilizadas por la firma Cruise, la división de vehículos autónomos del fabricante estadounidense General Motors.
La entidad, cuya categoría legal equivale a la DGT española, inició un proceso de estudio, análisis e investigación concreto en el año 2023 sobre la marca de GM tras oficializarse cinco accidentes en los que los vehículos autónomos de Cruise chocaron con peatones que circulaban por la calle.
NHTSA ha contrastado, según informa la agencia Reuters, de que, en cada caso particular, los automóviles de Cruise involucrados en dichos sucesos trataron de evitar la colisión, aunque no tuvieron éxito en la maniobra.
La investigación se ha dado por concluida tras el anuncio por parte de General Motors, una vez y al poco tiempo de que se iniciara el proceso de investigación a finales de 2023, de suspender las operaciones de vehículos autónomos de Cruise.
10.000 millones invertidos, sin éxito
Un año después, a finales del pasado 2024, General Motors anunció de modo oficial que cerraba su división de vehículos autónomos, lo que ha precipitado el cierre de la investigación por parte de la NHTSA.
La entidad pública ha determinado que la decisión de cierre de Cruise «es un factor clave para cerrar la investigación».
General Motors ha invertido 10.000 millones de euros acumulados en los últimos años, con una cadencia anual de unos 2.000 millones de euros, en su área de vehículos autónomos sin obtener avances totalmente satisfactorios.
La automovilística dijo en diciembre que a partir de ahora se dedicará a centrar los recursos invertidos en Cruise en su negocio esencial de automóviles, si bien continuará aplicando tecnologías en el ámbito de la asistencia al conductor.