
En su pasada edición de noviembre, en pleno escándalo del dieselgate que afecta al grupo Volkswagen, Fleet People sondeó a gestores de flotas, empresas con vehículos del grupo Volkswagen, directivos del sector y consultores; incluso obtuvimos varios informes de analistas financieros con el fin de establecer una conclusión sobre el futuro cercano de la compañía.
La cuestión era conocer qué iba a pasar con los pedidos de flotas de la compañía y cómo estaba funcionando la marca, en general. Con previsiones. La conclusión a la que llegó este magazine, después de efectuar múltiples consultas, fue —y así se publicó tanto en la versión impresa como en nuestra web (lea lo que escribimos aquí) — que el impacto comercial del conflicto no fue nulo, pero tampoco excesivamente ruidoso. Y tampoco en el plano financiero.
Las magnitudes de pérdida que manejaban y manejan firmas de inversión como Credit Suisse, MorningStar o JP Morgan, por ejemplo, tampoco eran muy graves. Eso, teniendo en cuenta que Volkswagen ha amasado en los cinco últimos años 54.278 millones de euros de beneficio operativo. Repetimos: 54.278 millones de euros. Las multas a las que se enfrenta el gigante del motor harán mella en la compañía, pero no parece que puedan dañarle en exceso si, por ejemplo, todo concluye en que sólo la marca Volkswagen vendió 9,93 millones de coches el año pasado, con un descenso de apenas el 2%.
¿Cuánto afectó el escándalo? Lo hizo, claro, pero observen otros factores. ¿Cuánto cayeron las ventas de coches en Brasil y Rusia el año pasado? Casi un 40%. ¿Y la ralentización de China, la llave de los beneficios de VW?
El paraguas de la aceptación
En España, las ventas cerradas a empresas de las marcas del grupo Volkswagen más o menos se mantuvieron y se han mantenido, con algunas excepciones, y la directriz establecida al grupo por los gestores y directores de Compras que manejan cientos de vehículos del grupo Volkswagen ha sido clara: encuentren una solución, básicamente porque las grandes empresas que tienen acuerdos de flota con VW tienen que cumplir con criterios internacionales estandarizados: están en juego sus políticas de compliance, los números establecidos en sus car policies internas y su imagen exterior a través de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

Volkswagen, al menos así lo repite la compañía con insistencia, está trabajando en ello. La buena noticia para las marcas del grupo, al menos en España, es que durante este ínterim de varios meses han sabido aplacar más o menos el escándalo.
En el ámbito corporativo, en principal medida debido a la gestión interna y no tanto por el proceder de su lenta central alemana —que en muchos casos ha llevado a casi la desesperación a algunos ejecutivos españoles de la casa—, pero también porque las firmas del grupo Volkswagen tienen una implantación y aceptación en España que se han convertido en su mejor paraguas.
VW tiene la gran suerte —y el mérito de sus ejecutivos, claro está— de ser una de las niñas bonitas del consumidor de coches español. Y esto afecta tanto al canal particular como al de empresa.
Todas las pymes y grandes firmas que tenían coches de Volkswagen, y especialmente las que estaban a punto de renovar flota, han consultado a sus clientes finales, los empleados, si querían otra opción que no fuera la marca de la doble uve. El 90% de las compañías consultadas por esta publicación en su momento señalaron que el conductor final prefería mantener el vehículo que había elegido ya, y específicamente si era un Volkswagen.
Y ello, contando con la potente campaña que han aplicado en el mercado algunas marcas de automóviles para arrebatar cuota de mercado a la casa alemana. Firmas como Volvo Car, por ejemplo, han hecho agresivas políticas de descuento para tratar de captar clientes corporativos de Volkswagen, según confirmaron a este medio varios gestores.
Las cifras
El arranque del año, al menos juzgando exclusivamente las cifras, no ha podido ser mejor no sólo para la marca Volkswagen, sino para dos de sus hermanas dentro del gigante automovilístico teutón: SEAT y Audi.
Volkswagen canalizó 1.760 automóviles en enero pasado en el canal de renting, lo que situó a la compañía como líder absoluto de este mercado, incluyendo comerciales ligeros. El fabricante del Golf elevó sus entregas un 24% en el mes, dos puntos porcentuales más que la media del mercado.

En el caso de SEAT, la marca registró un notable crecimiento en sus entregas de automóviles. Se hizo con la segunda plaza del mercado absoluto, lo cual es más reseñable si se tiene en cuenta que no comercializa vehículos comerciales. La compañía matriculó 1.661 unidades de turismo en renting en el primer mes del ejercicio actual, con un alza del 55% respecto de 2015 y más que duplicando la media de crecimiento del mercado.
Audi, de su lado, concluyó tercera en el podio del renting español y también experimentó un reseñable crecimiento en sus entregas —y tampoco vende comerciales—, con 1.655 unidades y un aumento en sus entregas del 67%.

La clasificación de las 10 marcas más vendidas en renting en España en enero continúa con Renault, cuarta con 1.170 unidades comercializadas en renting y un leve alza respecto de sus cifras del año pasado. Peugeot desciende al quinto puesto general y continúa manteniendo la deriva descendiente del año pasado, con 576 turismos vendidos en renting en enero (un 25,7% menos que le bajan ya a la octava plaza en turismos) y 257 comerciales, un 13,4% menos que le complican la vida ya que éste último segmento es el que le proporciona, tradicionalmente, mejores resultados.
A Peugeot le pisa los talones Opel, que aumenta sus ventas en renting un 32% con 771 unidades, y completan el ranking del renting de enero. A éstas prosiguen Nissan, que obtiene también buenos resultados y llegando, además, de un último ejercicio en el que ya elevó considerablemente sus cifras. Vendió en enero 736 turismos y comerciales, un 12,2% más.
En enero pasado se comercializaron 13.146 unidades según la fórmula de alquiler de vehículo con servicios incluidos, lo que supuso un crecimiento del 21,7% en relación con las 10.801 unidades vendidas mediante en renting en España en enero de 2015.