Los fabricantes de automóviles y otras compañías del ámbito industrial europeo encaran un riesgo creciente de interrupciones en sus líneas de producción ante la reducción del suministro de chips básicos del suministrador Nexperia.
A pesar de que China ha anunciado el levantamiento de determinadas restricciones a la exportación, responsables sectoriales han señalado a The Financial Times que el aprovisionamiento «sigue comprometido» y que algunos fabricantes disponen únicamente de «unas pocas semanas de stock«.
El periódico británico ha informado al respecto de que la filial neerlandesa de Nexperia ha dejado de enviar láminas de silicio a su división operativa en China, un material imprescindible para completar el ensamblaje de los chips.
Estos componentes, utilizados en funciones esenciales en los vehículos —como iluminación, sistemas de airbag, elevalunas o mecanismos de cierre—, se fabrican en instalaciones de Reino Unido, Países Bajos y Alemania antes de ser enviados a China para su transformación en semiconductores terminados y su posterior reexportación.
Fuentes citadas por The Financial Times han confirmado que algunos envíos aislados han vuelto a producirse tras el anuncio de Pekín, si bien «la situación continúa siendo inestable».

Alternativas de suministro
Los fabricantes europeos han señalado a FT que sus departamentos de aprovisionamiento y compras «están trabajando» para identificar proveedores alternativos con el fin de evitar una rotura de stock, aunque reconocen que el margen de maniobra es reducido por la especificidad técnica de estos chips.
La factoría china de Nexperia, según las mismas fuentes, analiza también la posibilidad de recurrir a suministradores distintos de las unidades europeas, así como la opción de reducir temporalmente su ritmo de producción para evitar disrupciones mayores.
La Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA) ha indicado que el levantamiento parcial de los controles en China supone «un avance», pero advierte de que no será posible satisfacer la demanda global mientras continúe la limitación en el envío de láminas de silicio desde Europa.
Volkswagen ha señalado igualmente a The Financial Times que la situación es “dinámica e incierta”, aunque ha precisado que no ha afectado hasta ahora a la producción de sus plantas alemanas.
El origen de la crisis de Nexperia se ubica en el conflicto sobre el control efectivo de las operaciones diarias de la compañía. El Gobierno neerlandés intervino en octubre para tomar el control de la compañía y destituyó al responsable al frente de dichas filial, alegando «graves deficiencias» en la dirección.
Posteriormente, la división de Países Bajos de la empresa anunciaba la suspensión del suministro directo de láminas de silicio hacia China, fundamentada en impagos, cuentas bancarias no autorizadas y comunicaciones irregulares atribuidas a la división asiática.










