El nuevo Citroën C4 representa uno de esos modelos de vehículos de los que adoramos escribir en Fleet People. Es un automóvil perfecto para todo tipo de públicos y, además, cuenta con el extra añadido de que se fabrica en España.
En pleno siglo XXI, un vehículo no es mejor o peor en función de dónde se ensamble, pero las connotaciones industriales y laborales que conlleva la producción en casa propia siempre son un punto a favor.
Esto no le serviría de mucho al nuevo C4, desde luego, si no se tratara de un vehículo de los que calificamos como eternos. La cuota en renting es asequible y el producto ofrece calidad y servicios.
Lo primero que destacamos es su interior. Exteriormente y desde el punto de vista de la estética, es resultón. Pero nos fijamos especialmente el habitáculo interior y lo bien que se respira dentro. El acabado es intachable. Sencillo, elegante, cómodo. Todo está donde tiene que estar y nada se echa de menos. Se ha dispuesto todo para que el conductor esté centrado en la vía y en una conducción placentera.
Este vehículo se puede obtener en el mercado profesional por unos 400€ mensuales y con servicios incluidos para un contrato de 48 meses y 120.000 kilómetros
Puede que en esa configuración influya el hecho de que el diseño de este coche está realizado bajo una inspiración SUV, lo que aporta más espacio también.

La posición y estructura del vehículo está sobreelevada, algo que nos gusta mucho, y dotarlo con amortiguadores progresivos también se nota. Se maneja muy, muy bien. Este coche dispone de cuadro de instrumentos digital, pantalla táctil de 10 pulgadas y ofrece hasta 20 sistemas de ayuda a la conducción, de entre los que destaca el dispositivo de conducción autónoma de nivel dos.
Asimismo, ofrece sistema de asistencia al aparcamiento con visión de 360 grados, regulador de velocidad, información de tráfico, avisador de cambio de carril y de tiempos de descanso, entre otros, aspectos que, si se fijan, de algún modo preparan ya al conductor para lo que se convertirá dentro de muchos años en la conducción cien por cien asistida.
C4: La guinda del pastel
El colofón a todo el desarrollo del C4 lo ejemplifica la versión eléctrica. Denominado ë-C4, esta opción ofrece todo lo bueno que puedan imaginar en cuanto a silencio de marcha, acceso a prestaciones y paz al volante. Su autonomía es de 350 kilómetros.

Este vehículo se fabrica también en la factoría que el grupo PSA dispone en las afueras de Madrid, junto con las demás versiones de combustión interna.
Estas últimas arrancan con una oferta de 100CV, 130 y 150CV en opción de gasolina PureTech, a lo que se suman otras dos configuraciones diésel BlueHDi de 110CV y 130CV.
Con una capacidad de maletero de 380 litros que se sitúa en 408 litros si tenemos en cuenta el espacio bajo la bandeja, el C4 se puede escoger con acabados de equipamiento Feel, Feel Pack y Shine. En la configuración de acceso Feel solo se puede escoger el motor de gasolina o eléctrico, y el diésel llega a partir de Feel Pack. La opción que más nos convence para flotas es la Feel Pack con motor diésel de 130CV y cambio automático.

Aporta pack de seguridad, cámara de visión trasera, climatizador, navegador y espejos eléctricos. Este vehículo se puede obtener en el mercado profesional por unos 400 euros mensuales sin impuestos y con servicios incluidos para un contrato de 48 meses y 120.000 kilómetros.
Para uso urbano y si nos encaja la opción eléctrica, podemos llegar a ella por 394 euros mensuales sin IVA para efectuar 10.000 kilómetros anuales. Esta posibilidad nos interesa si somos empresas que contamos con una flota de aproximación y queremos disponer de alguna unidad sostenible y con etiqueta cero de la DGT, además, para circular y aparcar por el centro de la ciudad.
También es una buena solución para autónomos que quieren cambiar de chip.









