La Comisión Europea prevé anunciar en diciembre la creación de una nueva categoría de automóviles eléctricos asequibles, con precios de entre 15.000 y 20.000 euros, con el objetivo de reactivar la producción de vehículos urbanos en Europa y contrarrestar el avance de las marcas chinas, según ha indicado el comisario europeo de Industria, Stéphane Séjourné.
El proyecto plantea una categoría intermedia entre los cuadriciclos ligeros, que pesan unos pocos centenares de kilogramos, y los automóviles convencionales.
Esta nueva clasificación permitiría que los modelos eléctricos más pequeños no estén sujetos a los mismos requisitos de seguridad y tecnología que los vehículos de mayor tamaño.
Hasta ahora, el calendario de la reforma permanecía incierto, pero la Comisión ha confirmado su intención de incluirla en los anuncios previstos para el próximo 10 de diciembre.
Séjourné, que intervino el martes durante el Automotive Industry Day celebrado en París, afirmó ayer que “los fabricantes deben poder ofrecer nuevos vehículos pequeños en el rango de 15.000 a 20.000 euros, y dado que las limitaciones regulatorias también influyen en el precio, vamos a crear este marco normativo”, según apunta Automotive News.
Piden flexibilidad regulatoria
El debate sobre los automóviles eléctricos urbanos ha cobrado fuerza en los últimos meses, con varios fabricantes europeos reclamando una normativa más adaptada a los costes de producción en la región.
En junio pasado, y durante el Congreso Automotive News Europe 2025, el presidente de Stellantis, John Elkann, instó a la Unión Europea a aprobar reglas que permitan fabricar coches pequeños de bajo coste de forma rentable, en la línea de los kei cars japoneses.
El consejero delegado de Renault, François Provost, defendió también ayer que las regulaciones europeas deberían mantenerse estables durante al menos una década para favorecer el desarrollo de esta nueva categoría, que englobaría vehículos de hasta 4,2 metros de longitud.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya había anticipado en septiembre que el Ejecutivo comunitario trabajaría junto con los fabricantes en una Affordable Small Cars Initiative, centrada en impulsar automóviles eléctricos accesibles fabricados en Europa.










