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Audi introduce un valor seguro en su apuesta corporativa con la llegada del nuevo Q5

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Juan Arús
Juan Arús
Periodista económico apasionado en transformar objetivos en resultados, Juan Arús (Madrid, 1975) ha trabajado para diversos medios de comunicación escritos de España, generalmente económicos y habitualmente en las secciones de Empresas y Automoción. Gran aficionado a la moda masculina, cuenta con un vasto repertorio de artículos de referencia publicados sobre vestuario clásico en diferentes medios. Edita y dirige Fleet People desde 2015.

El Audi Q5 es, con total seguridad, la apuesta más segura del fabricante de los cuatro aros en términos comerciales. Y también, casi con total seguridad, el vehículo que más alegría le proporciona a la compañía en términos de rentabilidad por unidad atendiendo a su volumen.

Este modelo repite año tras año como una de las cinco siluetas más vendidas de la marca dentro de su extensa gama, y es importante remarcar esta posición ya que estamos hablando de un automóvil con un precio de transferencia mínimo en el entorno de 60.000 euros.

En el caso que toca a esta publicación, el Q5 también se mantiene con cifras sorprendentes, tanto en el apartado de las adquisiciones que realizan las empresas, como las protagonizadas por el canal de renting.

En renting, sin ir más lejos, y juntando su variante normal y la Sportback, el Q5, con 10.000 unidades matriculadas en los últimos cinco años, solo encuentra un modelo con más éxito, el bello Q3 Sportback. Y en términos de compras de empresa, solo se ubican por encima el mencionado Q3 Sportback, el A3 y el Q2, es decir, los auténticos superventas corporativos de Audi, aunque el Q% no les va a la zaga, ya que suma cerca de 2.600 unidades desde 2020, apenas 15 menos que el Q2, 400 menos que el A3 y 500 menos que el Q3 Sportback.

¿Qué podemos esperar de la nueva gama Q5? Pues más de lo mismo, sinceramente. Más de lo mismo, de lo bueno, queremos decir, obviamente.

Lo cierto es que Audi, que está afrontando en estos momentos el mayor ciclo de renovación de producto de su historia, está acertando de pleno, bajo nuestro criterio, con el diseño estético, composición interior, habitabilidad y aptitudes dinámicas de sus vehículos nuevos, virtudes que percibimos nada más sentarnos al volante de este nuevo Q5, que va a encantar a todo tipo de ejecutivos: a los modernetes, a los clásicos y a los que, simplemente, quieren un muy bien coche corporativo.

Esta es, a nuestro juicio, la gran virtud de la marca de los cuatro aros. No importa de dónde provenga uno —véase marca de coches— cuando se sienta en el Q5: es bienvenido al instante.

Y eso no es tan fácil.

Cuando emitimos un juicio de valor sobre un automóvil, procuramos hacerlo desde estas líneas dejando a un lado el deslumbramiento de los elementos tecnológicos y poniendo en valor lo que creemos que usted, que se sienta al volante de su coche de empresa o usted también, autónomo que se ha labrado un cierto bienestar con el pico y la pala, tendrá en cuenta cuando acceda a un vehículo: la comodidad, la estética, una conducción sencilla y una funcionalidad que permite combinar al instante el uso profesional con el privado.

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Si puede acceder en cuota de renting o, simplemente, permitírselo, el Q5 les va a hacer feliz durante todo su ciclo de vida. Como todo lo que está haciendo Audi en los últimos años, responde exactamente a lo que se espera de esta marca.

El nuevo Q5 es rápido —muy rápido—, se maneja de un modo asombrosamente sencillo para su tamaño, su respuesta en el interior es intachable —comodidad, facilidad acceso a mandos, teclas…— y estéticamente, pues juzguen ustedes mismos. A quien escribe estas líneas le encanta, pero tengo que asumir que esta visión representa una tónica propia creciente en los últimos años respectos de los modelos de esta casa: me resultan redondos, qué quieren que les diga.

Los nuevos Audi Q5 y la versión Sportback.

Esta tercera generación del Audi Q5 cuenta con una longitud de 4,71 metros de largo y 1,64 de alto, mientras que su ancho es el mismo que la generación a la que sustituye. Esto es, es 3,5 centímetros más largo y 1,3 centímetros más bajo, lo que acentúa su deportividad. En el caso del Sportback, mide lo mismo que el anterior.

Este modelo cuenta con 520 litros de capacidad en su versión normal y de 515 litros en la opción Sportback.

Quizás lo que más destaque en su exterior es el elemento lumínico, con unos faros más estilizados y estirados que también contribuyen a la deportividad del modelo, así como la clásica calandra octogonal, situada ahora en un plano algo más elevado, y las prominentes entradas de aire, que en Audi son funcionales y que aportan el elemento estético deportivo definitivo.

La trasera del Q5 es igualmente llamativa, donde destacan las salidas de escape, que no son elementos estéticos como en muchos vehículos actuales, y también resalta un nuevo haz lumínico que se ubica bajo la luz de freno trasera y que confiere más atractivo a este SUV.

El exterior ofrece también una nueva gama de colores a elegir, entre los que destacamos el dorado Shakir, si bien, y si tuviéramos que elegir una opción definitiva, lo tendríamos complicado ya que no sabríamos si decantarnos por el verde Distrito o el rojo Granadina. Muy bonitos ambos los dos.

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En el interior destacamos todo lo que les veníamos diciendo antes, con un escenario digital que predomina sobre todas las cosas pero ubicando en primera posición lo esencial, la comodidad del conductor a todos los elementos.

El Q5 cuenta con una pantalla central MMI de 14,5 pulgadas, virtual cockpit de 11,9 pulgadas y otra opcional de 10,9 pulgadas para el copiloto, que gracias a un acuerdo alcanzado entre Audi y la plataforma digital Dazn ahora permite ver partidos de fútbol, por ejemplo —en la pantalla central, si el coche está parado, y en la del copiloto (opcional) aunque el coche esté movimiento, si bien se oscurece para que el conductor no tenga distracciones no deseadas—.

En relación con la oferta de propulsiones disponibles, todas las opciones disponibles ofrecen microhibridación, lo que les confiere la siempre valiosa etiqueta ECO, y también nos encontramos, según la versión elegida, con modalidades híbridas enchufables.

La opción de entrada es una 2.0 TFSI de gasolina con 204CV de potencia —microhíbrido o enchufable—, al que se suma un diésel microhíbrido 2.0 TDI de 204CV y el también microhíbrido y potente 3.0 TFSI de gasolina con 367CV de potencia.

La oferta comercial es sencilla, como viene siendo costumbre en los últimos años, y parte de la premisa Advanced para continuar con los S Line, Black Line y SQ5, el tope de gama.

Desde la opción inicial contamos con llantas de 18 pulgadas, asistentes de cámara trasera y aparcamiento, faros led con firma lumínica, retrovisores eléctricos y climatizador.

La versión más deportiva del Q5, el SQ5 TFSI.

Al TFSI de 204CV de entrada de gama se puede acceder en la modalidad Advanced por 61.600 euros, con saltos de menos de 3.000 euros para obtener la versión S Line y de 8.400 euros si queremos saltar a la atractiva estética Black Line. El TDI, siempre una opción muy recomendable para flotas y renting, se puede comprar (Advanced) por 65.250 euros.

En elación con las propuestas financieras de la marca, el nuevo Audi Q5 dispone de una propuesta denominada Easy Renting con un precio de 520 euros mensuales y 36 cuotas que incluye el seguro y el mantenimiento del coche, abonando una entrada de 14.972 euros, para la versión TDI de 204CV con el acabado inicial Advanced.

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