El consejo de supervisión de Porsche ha acordado el relevo de Oliver Blume como consejero delegado, una decisión que se materializará el próximo año y que pondrá fin al doble mandato que el directivo ejerce también en el grupo Volkswagen, según ha informado el diario Bild y recoge la agencia Reuters, que cita a seis fuentes diferentes de la compañía.
El consejo de supervisión del constructor alemán abordará el nombramiento del nuevo primer ejecutivo en su reunión del próximo 24 de octubre, tras meses de debate interno sobre la conveniencia de separar ambas direcciones.
La búsqueda de candidatos comenzó el pasado verano, impulsada por la caída del valor bursátil de ambas empresas y por la necesidad de concentrar la gestión en un contexto de transformación industrial.

Porsche atraviesa una etapa de ajustes en su estrategia comercial, marcada por la desaceleración del mercado chino, donde sus entregas han descendido un 26% en los nueve primeros meses del ejercicio actual.
El fabricante ha decidido reforzar la producción de automóviles de combustión tras el retroceso en la demanda de eléctricos.
Desde que Blume asumió la presidencia conjunta de Volkswagen y Porsche, las acciones de ambos grupos han registrado una fuerte corrección. Los títulos de Porsche AG cerraron en su última sesión bursátil con un precio de 69,48 euros, frente a los 114,00 euros del inicio del año, lo que representa un descenso del 39,1%, según datos de MarketWatch.