El interés de los gestores de flotas españoles por las flotas electrificadas en su pool de utilización corporativa ha echado el freno y todas las tecnologías con algún componente de sostenibilidad reducen su previsión de uso actual o en los próximos tres ejercicios, de acuerdo con las conclusiones de la última edición del Observatorio de Movilidad de la compañía de renting Arval.
Una situación paradójica habida cuenta del impulso que desde todos los estamentos, incluidos los públicos, se está efectuando tanto en España como en el conjunto de Europa para que la movilidad de las empresas sea cada vez más verde y habida cuenta de que seis de cado 10 automóviles que se matriculan en el euroentorno figuran a nombre de algún tipo de sociedad.
Omar Sánchez, responsable del Observatorio de Arval y Manuel Burdiel, director Comercial de la compañía, consideran al unísono que el gran hándicap para que no prolifere la electrificación en las empresas reside en el término ‘percepción’, es decir, la pléyade ‘falsos mitos’ que en opinión de ambos ejecutivos inunda la opinión acerca de este tipo de tecnologías.

Así las cosas, el Observatorio de Arval ha consultado a más de 8.000 gestores de flotas a escala europea sobre esta cuestión, con resultados clarificadores. En 2023, el 34% de los gestores españoles de flotas señalaban que ya utilizaban en su flota vehículos híbridos enchufables, una cifra que descendió hasta el 27% en 2024 y, este año, hasta el 25%. Pero también ha cedido la consideración, por parte de los gestores, sobre la adopción de los enchufables para los próximos tres años: un 15% así lo aseguraban en 2023, un 13% el año pasado y un 11% en la oleada actual.
El hilo de esperanza eléctrico
En relación con los híbridos sencillos, un tipo de vehículo que realmente está arrebatando el mercado tradicional de la gasolina en Europa, un 46% de los gestores españoles señalaba que ya lo utilizaba en 2023, por el 48% del año pasado… y el 38% de este ejercicio. Ceden igualmente en este apartado las previsiones de incorporación de híbridos sencillos a tres años, ya que un 14% lo preveía en 2023, un 15% en 2024 y un 11% en este 2025.
Finalmente, y en el caso de los eléctricos puros, se atisba un cierto halo de esperanza por cuanto, en la expectativa de incorporación de esta tecnología a tres años, un 12% de los gestores lo preveían en 2023, por el 15% de 2024 e idéntica cifra este año, lo que al menos ofrece un mínimo equilibrio en las expectativas.
No ocurre lo mismo con los gestores que declaran al Observatorio que ya utilizan eléctricos puros en sus flotas, puesto que el 27% así lo aseguraba en 2023 y 2024, pero únicamente se ha dado en el 24% en este ejercicio de 2025.
En cifras generales, hay que remarcar que un 36% de los gestores de flotas apuntan que ya usan o que consideran usar un híbrido enchufable, un 10% menos respecto del 40% de 2024; un 49% indica lo mismo sobre los híbridos sencillos, con un sustancial descenso del 22,2% en comparación con el 63% de 2024 y un 39% efectúa esta aseveración sobre los eléctricos puros, un 7,1% menos que en 2024 (42% los usaba ya o consideraba usarlos).

Los (tozudos) datos lo expresan todo
Se podría decir, al hilo de estas consideraciones, que no hay peor ciego que quien no quiere ver. Fleet People ha cotejado las matriculaciones del sector del renting en el ámbito electrificado del último lustro, y los resultados son tan claros como concluyentes. Algo que también sucede con las empresas en el ámbito de la electrificación, si bien hay que puntualizar, y a diferencia de lo que muchos sostienen, que su grado de sostenibilidad en términos de matriculación supera al renting.
Los datos obtenidos por Fleet People en exclusiva para sus lectores, señalan que en 2020 el renting de empresas sumó 3.284 unidades —en todo el año, sí— en España, una cifra que ha pasado a 9.859 vehículos en cinco años, esto es, en 2024.
Un incremento más que reducido y que refleja claramente la posición expresada por los gestores de flotas al Observatorio de Arval, ya que, si traducimos estos datos en cuota de mercado de renting, los eléctricos puros han pasado de una mínima cuota de mercado del 1,93% en 2020 a una también pírrica penetración del 3,86% en 2024.
Entre 2020 y abril de este ejercicio, se han matriculado, de acuerdo con las cifras en manos de Fleet People, apenas 35.829 vehículos eléctricos a través de renting de empresa, lo que significa una cuota de mercado del 3,05%.
Pero, entonces… ¿Qué renting efectúan las empresas en el ámbito ecológico?
Un apunte que no menciona, lógicamente, Arval, ya que no se pueden considerar como coches ecológicos en puridad, se refiere a las tecnologías mild hybrid o de hibridación ligera, que han pasado de unas matriculaciones de apenas 4.000 unidades en 2020 en renting, con una cuota del 2%, hasta cerca de 34.000 el año pasado para sumar más del 13% de penetración: entre 2020 y abril pasado, se han vendido en nuestro país 104.000 híbridos ligeros en renting de empresa, con una cuota de casi el 9%.
Solo dos tecnologías superan al híbrido ligero en renting en nuestro país, y se pueden imaginar cuáles son: efectivamente, el diésel, con un 40,6% de cuota de mercado y… la gasolina, con el 24,4% de cuota.

Pero, por añadidura, les facilitaremos otro dato adicional: a los híbridos ligeros de gasolina hay que sumar los diésel mild hybrid, que no tienen poco recorrido: mantienen una cuota del 5,7% con 66.000 unidades vendidas desde 2020 en renting de empresas.
Si juntan estas dos opciones, diésel y gasolina mild hybrid, estas gestionan casi el 15% del volumen del renting en España: eléctricos puros, híbridos enchufables y sencillos diésel y de gasolina disponen hoy de modo conjunto de una cuota del 19,1%, casi la misma. Ojo al dato.
Es evidente que la razón por la que las compañías se acogen al renting de híbridos ligeros no reside en su nula sostenibilidad, sino en otra más sencilla: disponen de etiqueta ‘ECO’, un salvoconducto que permite a las compañías acceder a las zonas urbanas con restricciones, por un lado, y por otro publicitar que su flota es ‘ECO, porque así lo pone una etiqueta, aunque realmente no lo sean.
Cambiando el tercio a las empresas, si abordamos las compras directas de vehículos que efectúan en nuestro país, también se observa una baja posición del eléctrico, pero hay que decir, como avanzábamos antes, que su penetración es netamente superior al renting: el 7% con más de 46.000 vehículos cien por cien eléctricos adquiridos de forma directa por empresas en España desde 2020.
La ley hará que todo cambie
¿De qué manera se podrá invertir la situación actual? Tanto Omar Sánchez como Manuel Burdiel, de Arval, tienen muy claro que la legislación será la que obligue a las empresas a cambiar su chip hacia un modelo ecológico de un modo definitivo.
La cuestión actual, más bien la dificultad, es que el sector aguarda como agua de mayo que el Gobierno apruebe de un modo definitivo, por ejemplo, la nueva Ley de Movilidad Sostenible, que atraviesa un interminable vía crucis parlamentario. Esta Ley obligará a las grandes empresas, de más de 500 empleados o 250 por turno, a trazar planes de movilidad específicos para sus empleados, lo que también incluye la determinación de la huella de dióxido de carbono.

Es cierto que, de acuerdo con el Observatorio de Arval, un 79% de las empresas dice que dispone o desarrollará un plan de Movilidad en el periodo de un año, mientras que el 55% dispone o tiene previsto fijar objetivos de descarbonización y el 68% asegura que ya mide la huella de carbono de sus flotas corporativas, y que en este último punto el 14% de estas lo hace con sistemas de telemetría.
“Normativas como la Ley de Movilidad no son un capricho local, español, son trasposiciones de ámbito europeo y la manera, además, de activar 10.000 millones de euros a través de los fondos Next Generation. La ley terminará aplicándose”, aseguraba Manuel Burdiel durante la presentación del Observatorio.