El Ayuntamiento de Barcelona y la Dirección General de Tráfico (DGT) han avanzado en la implantación del sistema Autonomous Ready de ayuda a la conducción con los dispositivos incorporados en los vehículos que permiten interpretar el entorno (señales de velocidad, presencia de peatones, ciclistas y motoristas) y proteger así a los usuarios más vulnerables del espacio público, según ha informado El Economista.
El sistema Autonomous Ready Spain persigue reducir la siniestralidad en entornos urbanos y certificar el impacto positivo que la tecnología tiene en la defensa del vulnerable.
Estos dispositivos, que ya se han implementado en la Ciudad Condal en 170 vehículos en flotas y en 79 autobuses urbanos, emiten dato que identifican puntos de riesgo en la ciudad para la mejora de la infraestructura viaria y recoger datos para avanzar en la investigación y el desarrollo del vehículo autónomo.
La ciudad comienza a ser el «airbag de la nueva movilidad», en la que la protección a los usuarios más vulnerables es la prioridad y en la que las administraciones central y local adoptan las medidas necesarias con las herramientas tecnológicas al servicio de una movilidad más segura, y con el establecimiento de incentivos y modificando la regulación.
La DGT centra iniciativas como Autonomous Ready dentro del enfoque de «sistema seguro». Este enfoque, por el que los errores humanos suponen el 90% de los accidentes- persigue un modelo multidisciplinar en el que se aseguren las carreteras, el comportamiento, la velocidad y los vehículos, de modo que se logren minimizar los efectos negativos de ese error a través de las diversas capas de protección.
Por ello, Autonomous Ready pretende que las distracciones no se materialicen en un atropello o colisión, proporcionando un entorno de «seguridad indirecta» a los usuarios vulnerables que suponen más de 80% de las muertes en ciudad a causa de accidentes de tráfico.
En 2019 está previsto que se instalen 530 sistemas más en vehículos de flotas y 105 en autobuses urbanos y continuar trabajando hasta implementarlo en 5.000 vehículos cuyo ámbito de circulación sea Barcelona.
En el proyecto puede participar cualquier flota pública o privada y, hoy participan y hacen posible el proyecto empresas como Seur, Ferrovial, Alphabet, Mobileye Nacex, Logista, Integra, Calidad Pascual y Correos.