La empresa de movilidad y servicios ALD Automotive, propiedad de la entidad financiera francesa Société Générale, y el banco español Banco Santander están interesados en adquirir el gigante del renting LeasePlan.
La operación, en el caso de ALD Automotive, se fraguaría a través de una operación de fusión por absorción, de acuerdo con una información publicada por la agencia de noticias Bloomberg.
Banco Santander, de igual modo que ALD, está evaluando la situación de negocio de LeasePlan, si bien no existe constancia efectiva de que haya existido un ofrecimiento de compra formal.
Tal y como adelantó Fleet People a comienzos de este mismo mes, LeasePlan se ha desprendido de su filial australiana, que comprende los negocios de la compañía en Australia y Nueva Zelanda, tras venderla a la también empresa del sector SG Fleet por 251 millones de euros.
https://fleetpeople.es/leaseplan-estar-venta-10000-millones/
Dentro de las opciones de transacción de LeasePlan, y en esa línea de trocear la empresa, también se situaría la posible venta de su división de venta de vehículos de segunda mano procedentes del negocio de renting, en el caso de la empresa denominado CarNext, un jugoso activo que proporciona mucha rentabilidad a las empresas del sector.
LeasePlan, que en este momento es el líder global del renting por volumen de flota con 1,9 millones de unidades, está controlada por el fondo de inversiones holandés PGGM, el fondo de pensiones nacional danés ATP, Luxinva, uno de los brazos de inversión de la Autoridad de Inversiones de Abu Dhabi (ADIA), el fondo de capital privado británico TDR Capital y el fondo soberano de Singapur GIC.
La firma que está llevando la voz cantante en la operación de la potencial venta de LeasePlan es TDR Capital, que en marzo valoró los activos de la empresa dirigida por Tex Gunning en el entorno de 10.000 millones de dólares, unos 8.300 millones de euros.
No es la primera vez que los actuales propietarios de LeasePlan intentan colocarla en el mercado, tras un intento infructuoso de venta en 2017 y una fallida aproximación a un debú en Bolsa un año después, frustrado por las malas condiciones económicas del mercado. En ese momento, los dueños de la empresa valoraron sus activos en 7.500 millones de euros.