Situación actual de la prohibición europea de los coches de combustión
A partir de 2035 todos los coches que salgan al mercado en la Unión Europea deberán cumplir con la premisa de no emitir nada de CO2.
Sí seguirá siendo posible comprar y vender coches de segunda mano con motor de gasolina o diésel a partir de 2035. También será posible obtener combustible para ellos, pero probablemente a un coste mucho mayor.
De este modo, se pretende que en 2050 el sector del transporte sea neutro en carbono en toda la Unión Europea.
También será posible conducir los coches que ya estén en circulación en el territorio de la UE. Es decir, esta norma no afecta a los coches existentes y podrán seguir circulando hasta el fin de su vida útil, sea el año que sea.
El Parlamento y los Estados miembros llegaron al acuerdo definitivo sobre la forma final de la norma octubre de 2022. El Parlamento aprobó el acuerdo en febrero de 2023 y fue adoptado formalmente por el Consejo en marzo de 2023 después de una dura negociación con Alemania, país que formalizó un veto anterior. La legislación entró en vigor en abril de 2023.
Si bien la prohibición se aplicará a partir del 1 de enero de 2035, antes de esa fecha los fabricantes deberán ir demostrando que están reduciendo las emisiones de los coches que salen al mercado. La Unión Europea exige a los fabricantes que para 2030 produzcan unas emisiones medias un 55% inferiores a las de 2021.

El veto de Alemania, posterior acuerdo y otros países en contra de la medida
Varios países de la Unión mostraron su rechazo a la normativa. Alemania consiguió aplazar la votación definitiva de esta medida para lograr, finalmente, que Europa dejase una puerta abierta a los motores de combustión de la mano de los llamados e-fuels. Italia propuso otra excepción a favor de los biocombustibles pero fue rechazada.
Polonia es otro de los países que ha mostrado un fuerte rechazo a la normativa y anunció el pasado mes de junio, mediante su ministra de medioambiente, Anna Moskwa que emprenderá acciones legales contra la UE por esta medida. Desde el gobierno polaco se justifican en que la medida de Europa no tiene en cuenta las consecuencias sociales y de mercado que esta prohibición puede suponer para varios de los estados miembros.
Rumanía, Bulgaria e Italia se abstuvieron en la votación y mostraron así su rechazo. Francia, República Checa, Hungría y Eslovaquia expresaron también su rechazo a la medida hasta que se levantó el veto alemán.
Qué son los e-fuels
Los conocidos como e-fuels son combustibles que no son derivados del petróleo y que presentan un balance neutro en CO2 en su fabricación.
En su proceso de fabricación usa electricidad obtenida a partir de fuentes renovables. Esta electricidad es la que se utiliza después para obtener hidrógeno a partir del agua en un proceso de hidrólisis. Al mismo tiempo, la productora de este carburante sintético captura el CO2 libre en la atmósfera, la purifica y la combina con el hidrógeno producido para obtener metanol, base del e-fuel.
Un vehículo propulsado por e-fuel no deja de contaminar, pero se considera neutro porque durante la combustión emite un CO2 equivalente al capturado para su fabricación.
Claves de la prohibición
Como es lógico, una medida o prohibición tan drástica genera muchas dudas en especial a los conductores particulares. Estas son algunas de las claves:
La principal alternativa en el mercado actualmente, y se prevé que así siga siendo para 2035, son los coches eléctricos de batería, ya que su coste de mantenimiento es mucho menor y la producción de electricidad mucho más económica que la de hidrógeno.
La nueva normativa debería fomentar un descenso de los precios de venta de los coches eléctricos debido a una mayor competencia y demanda. Al menos, en los vehículos a estrenar.
La medida no afectará a vehículos industriales, autobuses, vehículos agrícolas y de construcción. Tampoco están incluidas en las medidas las motos y los vehículos ligeros de categoría L.

La medida afecta también a los vehículos híbridos enchufables ya que técnicamente, aunque por ejemplo en nuestro país se cataloguen como de cero emisiones, sí que homologan emisiones de CO2, ya que el motor de combustión sirve de base al sistema híbrido. Lo mismo ocurre con los vehículos de combustión GLP o GNC.
Los fabricantes que fabriquen entre 1.000 y 10.000 vehiculos al año se les concederá una prórroga de 1 año, por lo que podrán vender vehículos de combustión durante 2035.
Aquellos fabricantes que produzcan menos de 1.000 unidades estarán totalmente exentos de cumplir con la medida y podrán seguir vendiendo vehículos de combustión sin ninguna restricción. La oportunidad de oro para las marcas de lujo y fabricantes «artesanales».

Objetivo de la prohibición
Esta medida se enmarca dentro del objetivo de la Unión Europea de alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Opiniones de la industria
En las últimas semanas, en la web de Fleet People hemos recogido algunas de las valoraciones que se han hecho dentro de la industria del automóvil hacia la medida europea.
El director de Audi en España, Jose Miguel Aparicio, describió la medida como una “solución muy buena”. «Desde Audi estamos totalmente comprometidos con la descarbonización y la electrificación es irreversible. […] nuestro presidente (Markus Duesmann) reafirmó el compromiso de la compañía de no producir coches de combustión más allá del 2033, incluso en el contexto de esa normativa europea», señaló.
El consejero delegado de Renault y presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), Luca de Meo, cifró en 35.000 millones de euros la inversión que deberán realizar los grupos automovilísticos para adaptarse a los términos actuales de esta normativa.
«Encarecerá los vehículos pequeños de combustión por encima de los 2.000 euros y tendrá un impacto industrial en Europa y especialmente en España, porque nosotros producimos fundamentalmente motores de combustión pequeños», opinó.










