lunes 10, noviembre, 2025

ÚLTIMO NÚMERO

NEWSLETTER

‘Grafenolución’ a la vista: cómo el súper material revolucionará el motor

Share & Fleet

En este texto...

Autor

Futuro» El “material milagro”, que hizo ganar el premio Nobel a sus descubridores, tiene en la automoción un lugar natural para su, todavía lenta, expansión

El campo de la física continúa presentando descubrimientos revolucionarios. El último, el hallazgo de las ondas gravitacionales que predijo Albert Einstein hace 100 años: curvas en el espacio-tiempo consecuencia de un fenómeno violento, como el choque de dos agujeros negros hace miles de millones de años. El Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO, como se hace llamar), responsables del hito, se presentan como grandes favoritos al próximo Premio Nobel de Física.

Un galardón que, en 2010, recayó en los científicos rusos Andre Geim y Konstantin Novoselov. En sus investigaciones en la Universidad de Manchester, en 2004, consiguieron aislar láminas diminutas, casi imperceptibles, del grafito. Carbono puro.

Trabajando en su hallazgo, vieron que estaban ante un material único: un 200% más duro que el acero, conductor de energía, elástico, transparente, ligero, denso… Una revolución para la física, para la electrónica y para cualquier industria que pueda aprovecharse del llamado “material del futuro”: el grafeno.

De la teoría, al negocio. Según un informe de Markets & Markets, el mercado del grafeno crecerá entre 2015 y 2020 a un ritmo anual del 43%, para alcanzar 280 millones de dólares ese año. Otras incluso hablan de superar los mil millones de dólares. La principal demanda será la procedente de la electrónica, gracias a su aplicación a las pantallas, pero también la procedente del campo energético, dadas sus propiedades conductoras. Y también, en su aplicación como batería.

Si ha conseguido llegar hasta este párrafo, tenga claro que no ha habido un error de imprenta.

No está leyendo un reportaje de la revista Science. Resulta que, entre las industrias que más partido pueden sacar de esta revolución, también está la de la automoción, que es de lo que nos gusta hablar en Fleet People.

Quizá desde la aparición de la fibra de carbono, es el mayor avance en lo que a materiales se refiere.

Puede utilizarse en diferentes aplicaciones y partes de un automóvil. Efectivamente, también como batería para coches eléctricos. Y España, aunque pueda parecer paradójico, es uno de los países mejor colocados en ese mercado.

El citado informe lo destaca junto a países como China, India, Japón, Canadá, Alemania o Reino Unido como los más punteros en este área.

El ICEX, entre las oportunidades de negocio en España que ‘vende’ a los inversores extranjeros, destaca el desarrollo de este material, y cita al CSIC, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, al decir que 300 investigadores españoles trabajan en el desarrollo del grafeno. Y además, hay empresas privadas punteras en este ámbito, como la donostiarra Graphenea o la murciana Graphenano.

También puedes leer...
La automoción europea termina de tejer su red de cooperación con las firmas eléctricas para escapar de las multas
Grafeno
Los fundadores y el ‘hispano’ que lo utiliza. Los científicos Andre Geim (izquierda) y Konstantin Novoselov lograron aislar láminas de carbono puro. El descubrimiento les hizo acreedores de un premio Nobel en 2010.

Y una automovilística española, Spania GTA, fue la primera en aplicarlo en el chasis de sus coches.

“El grafeno es un bombazo mundial”, afirmaba  en una entrevista con Fleet People Domingo Ochoa, presidente de Spania GTA, que trabajó con la citada Graphenano en su desarrollo.

“Es una revolución que casi todo el mundo desconoce, pero que ya está aquí”, explica Martín Martínez, consejero delegado de Graphenano.

Su compañía ha presentado una batería de polímero de grafeno que, aplicada a la automoción, garantizaría una autonomía de 800 kilómetros, ocuparía un 25% menos de espacio que una de litio, pesaría un 75% menos, “y tiene la capacidad de cargarse volando”, según Martínez.

Su desarrollo es posible gracias a que el grupo Chint, una compañía china, ha inyectado 18 millones de euros en una de las 10 compañías filiales de Graphenano, Grabat.

“Hacemos real el coche eléctrico”, dice el ejecutivo. “Podríamos llegar a alcanzar una autonomía de 1.200 kilómetros, pero nadie le da ese uso, sin parar, a un coche”. Aparte de las propiedades antes mencionadas frente a las baterías de litio, que usan todos los coches eléctricos e híbridos, Martínez destaca que una realizada con grafeno permite exprimir el 100% de su energía y, por la resistencia del material, “es más segura. Hemos visto los casos de Tesla con baterías que se han incendiado, y que ha tenido que aplicarles una base de titanio”.

En los últimos dos años se ha publicado repetidamente que la propia Tesla contempla la posibilidad de fabricar baterías de grafeno para seguir aumentando la autonomía de sus coches, en la actualidad, en los 500 kilómetros. Martínez también afirma que el grafeno, siempre mezclado con otros materiales, puede “aplicarse a casi todo, por no decir a todo”. Por ejemplo, a las tapicerías del interior de los automóviles, haciéndolas casi irrompibles al paso del tiempo, a los neumáticos, en zonas que necesiten una mayor resistencia, o incluso en el papel de los filtros de aire, que “resisten la humedad en un 20% más”.

“El sector de automoción es uno de los que más pueden aprovecharse de esta revolución, junto con el de la construcción o el energético”, comenta Martínez, quien desvela que su compañía negocia con marcas interesadas en su batería para coches eléctricos, aunque no desvela sus nombres. “A finales de 2017, deberían empezara a circular automóviles con batería de grafeno”, calcula.

También puedes leer...
El beneficio trimestral de Mercedes-Benz cae un 31% y el acumulado del año retrocede un 50%
Grafeno
El superdeportivo GTA Spano, un automóvil que nació en Valencia gracias al emprendimiento del empresario Domingo Ochoa y que utiliza algunos elementos de grafeno.

Proceso lento y caro

Desde que tomase repercusión mundial el hallazgo de Andre Geim y Konstantin Novoselov, se ha dicho que el grafeno llegaría a nuestras vidas más pronto que tarde. Sin embargo, su aplicación efectiva y generalizada todavía está por llegar.

Y es que, pese a que es un material abundante, sus costes de desarrollo y procesamiento son elevados, y solo una producción a gran escala, que todavía no existe, podría acelerar el proceso. “El grafeno es caro, y la competencia lo vende aún más caro. El objetivo es fabricarlo a gran escala y a bajo precio, lo que permitiría venderlo al precio de litio”, explica Martínez.

Graphenea, radicada en Donosti y en la que participan Repsol y el organismo público CDTI, anunciaba en enero un aumento de la producción durante este año para la reducción de sus precios. Su grafeno en lámina se comercializará con una rebaja del 23%. Esta compañía abrirá en 2017 nuevas instalaciones, gracias a los fondos del programa europeo Horizonte 2020, que le permitirá multiplicar por 200 su capacidad.

Más ambiciosos todavía son los planes de Graphenano. El primer objetivo de Grabat Energy, su filial de baterías, es preparar en octubre la ampliación de su fábrica de Yecla, que contaría con 20 líneas de montaje para fabricar 80 millones de celdas de baterías al año, con una inversión de 30 millones de euros y 200 trabajadores. En la actualidad, entre las 10 empresas que componen Graphenano, trabajan 60 personas.

Cumplida esta etapa, vendría el plato fuerte: una inversión de 350 millones para ampliar aún más las instalaciones y alcanzar una plantilla de 7.000 trabajadores.”El potencial de desarrollo da vértigo. Se pretenden montar fábricas en Asia, norte de Europa y EEUU”, explica a esta revista Martín Martínez, que, ante las dudas sobre si la realidad irá de la mano de las previsiones, defiende que “un inversor no entra en una empresa por humo. Hemos nacido en la peor crisis, y solo pido que nos dejen trabajar”.

Las propiedades del grafeno, y las posibilidades de su aplicación, son evidentes, y la comunidad científica lo ha destacado como un material único.

Pero ningún gran fabricante de automóviles ha anunciado públicamente planes de aplicarlo en sus procesos de producción. El grafeno empieza a subirse al coche, pero todavía, lentamente. “El material del futuro”, como se le definía en 2010, sigue sin dar el paso definitivo al presente.

Grafeno

¿Dónde quieres recibirla?

    Más información


      Dacia Bigster, el C-SUV más deseado para flotas de campo (y más allá)

      Lo más visto