El fundador y promotor del constructor de vehículos industriales eléctricos Nikola, Trevor Milton, acusado y condenado a dos años de cárcel en Estados Unidos por mentir a los accionistas de la compañía y al mercado bursátil sobre las expectativas y la situación real de la empresa, ha recibido el “perdón oficial” de Donald Trump, presidente del país, en una llamada personal que le efectuó el viernes y que ha sido confirmada durante el fin de semana por el mandatario de la Casa Blanca.
“No le conozco personalmente, pero lo único que hizo fue ser de los primeros en apoyar a un caballero llamado Donald Trump, y esa es la razón por la que le han perseguido a él, a su familia y a su empresa”, ha asegurado el presidente, que ha aducido sobre el perdón que “ha sido recomendada por un numeroso grupo de personas que asegura que construyó un modelo de negocio en Utah, que lo trasladó a Nueva York y que afirma que ha sido tratado injustamente”.
“Han destruido cinco años de su vida y es una buena persona”, ha explicado el presidente de Estados Unidos.

Milton afirmaba el viernes que recibió una llamada personal de Trump en la que le aseguró que había firmado su “perdón incondicional y oficial” y en la que el político le dijo que “los mismo que le persiguieron a él [a Trump] eran los que le perseguían a él [a Trevor Milton]”.
A mediados de 2020, el valor de la acción de Nikola era prácticamente el mismo que el de Tesla, gracias a que Milton anunciaba a inversores y accionistas de la compañía que había conseguido desarrollar un camión movido por hidrógeno.
En ese momento, su empresa valía más de 31.000 millones de dólares, muy por encima de gigantes como Ford Motor Co.
Pero, independientemente de las palabras actuales de Trump, un informe de la consultora Hinderburg Research señalaba en noviembre de 2020 que lo que Milton aseguraba sobre el hidrógeno aplicado a sus camiones era, directamente, “un fraude”.
Y no solo eso, sino que mostraron —con pruebas—, que Milton utilizó vídeos trucados en los que se veían vehículos en teórico funcionamiento, aunque realmente no lo eran.
A Milton lo sentenciaron a dos años de cárcel y aún andaba litigando para posponer la aplicación de la sentencia cuando ha llegado la orden de Trump.
Nada ha servido, no obstante, para que Nikola esquive la quiebra, después de un periplo de algunos años tratando de relanzar la empresa con propulsores eléctricos para sus camiones.
En febrero pasado se acogió al Chapter 11 de la Ley de quiebras de EEUU.