Si hay una palabra que puede definir la evolución de ALD Automotive en España a lo largo de 2020, bien puede ser “fuerte”. Preferimos este término a “resiliente”, desde luego. Menos de moda, pero más rotundo.
La compañía que dirige el ejecutivo Pedro Malla en nuestro país ha capeado el temporal de Covid-19 con nota gracias a una acertada gestión de activos y, sobre todo, a la rápida toma de decisiones en los momentos cruciales de la pandemia.
Los números nunca engañan, y la filial española de ALD logró mantenerse el ejercicio pasado como la quinta potencia mundial del grupo de renting y leasing global, con una facturación de 716 millones de euros, un 4,2% más que un año antes —687,3 millones—.
Así lo refleja la compañía en sus resultados financieros internacionales mostrados a analistas, un dato que dato difiere un poco con el resultado oficial facilitado por la división española debido a las diferentes contabilidades intrapaís.
Lo relevante del ejercicio concluido en 2020 por ALD Automotive en España es que ha sabido mantener el negocio justo por detrás de Francia, Italia, Reino Unido y Alemania, lo que mantiene al grupo como uno de los epicentros de la multinacional.
ALD logró que su flota de vehículos financiada se situara como la cuarta por importancia y volumen en el mundo, superando a Reino Unido, con 1.700 millones de euros gestionados, en unos términos muy parecidos a los del año precedente (1.711,2 millones).
Por delante de ALD y en términos de negocio de flota se colocaron solo Francia, con 4.630,6 millones, Italia, con 2.398 millones y Alemania, con 1.972 millones.
ALD: La huella mundial
Durante el ejercicio pasado, la huella global de ALD se tradujo en un negocio de 9.934 millones de euros, con un alza del 2,4%, que se dividió en 4.428 millones provenientes de sus contratos de renting y leasing, 2.128 millones por parte de los servicios de mantenimiento, telemática y adicionales contratados y 3.378 millones por la venta de automóviles usados tras su fin de ciclo de uso profesional.
Con un volumen global en activos de flota superior a 22.000 millones en 2020, España representa ya el 7,7% de esa cifra, y todo apunta a que seguirá creciendo por la explosión de nuevas fórmulas de movilidad que ya son maduras en grandes potencias europeas, pero que todavía están en pañales en nuestro país: véase el renting dirigido a clientes particulares.
ALD gestionó 1,8 millones de automóviles el año pasado y obtuvo un suculento margen bruto global sobre ingresos de sus contratos de leasing y renting del 14%, un dato que creció de modo significativo en el análisis de margen sobre facturación de servicios, que alcanzó el 29,6% y el 1,8% si se tiene en cuenta la trasferencia de vehículos usados, un negocio clave para las compañías de renting.
El objetivo actual de la empresa, tanto en el plano general como en el particular de España, es concentrar el máximo número de flota sostenibles posible de aquí a 2025, un primer año de corte establecido por el grupo francés para ofrecer reducciones masivas en la huella de carbono de su flota de vehículos.
En 2020, la propuesta electrificada de ALD se duplicó en el mundo en términos de contratos nuevos, con una cuota del 22% sobre el total y un crecimiento de 11 puntos respecto de 2019. La empresa cuenta con que, como mínimo, el 30% de sus entregas en Europa serán electrificadas —híbridos enchufables o eléctricos puros—. En 2050, la cuota de eléctricos puros debería ser del 50%, de acuerdo con las previsiones de ALD.
Hay que decir que las ventas de la empresa en 2020 contuvieron seis puntos menos de unidades diésel, hasta situar su cuota actual en el 39%.










