La facturación de Skoda Auto aumentó un 8,2% en el primer trimestre del año, hasta los 4.920 millones de euros, en comparación con el mismo periodo de 2018. El beneficio operativo se mantuvo elevado, con 410 millones de euros, del mismo modo que la rentabilidad, que se situó en un 8,3%. Las inversiones en activos tangibles se incrementaron un 74,3% respecto al mismo periodo del año anterior.
El Responsable de Finanzas e IT del Comité Ejecutivo de Skoda Auto, Klaus-Dieter Schürmann, ha comentado estas cifras y ha afirmado que «A pesar de un entorno de mercando complejo y exigente, hemos logrado un buen resultado en el primer trimestre de 2019. El ligero descenso del beneficio operativo se debe principalmente a los efectos negativos de los tipos de cambio y a los mayores costes iniciales de los nuevos productos y tecnologías. En cambio, los incrementos de volumen en Europa y las medidas relacionadas con los precios, pasando por nuestras medidas de gestión activa de las ventas y optimización de costes, tuvieron un efecto positivo».
La Estrategia 2025 de Skoda
En cuanto a las ventas, el fabricante entregó 307.600 unidades a los clientes entre enero y marzo, ligeramente por debajo del nivel del año anterior. El modelo Octavia se mantuvo como el coche más vendido de la marca, con 92.500 coches y el Karoq le siguió con 35.800 unidades del SUV compacto.
Skoda Auto mantiene su Estrategia 2025 por la que ha definido las directrices con el objetivo de transformar el cambio de gran calado de la industria automóvil en relación a la movilidad eléctrica y la conectividad en un mayor crecimiento.
Además, la compañía se centra en la digitalización de productos y procesos, la entrada en nuevos mercados, y la ampliación del negocio tradicional de fabricación de coches para incluir una variedad de servicios de movilidad. El fabricante checo pretende crecer en dos dimensiones: impulsando las ventas de vehículos y desarrollando nuevas áreas de negocio, como los servicios de movilidad digitales.