Su nueva marca, Shell Recharge, instalará puertos de recarga en alrededor de 45.000 estaciones de servicio en todo el mundo.
Este plan de negocio llega tan solo unos días después de que la petrolera comprara New Motion, una empresa Holandesa que tiene hasta 30.000 puntos de recarga en toda Europa.
Según la compañía, los conductores podrán recargar hasta el 80% de la batería de sus coches eléctricos en unos 30 minutos, dependiendo del modelo. Las primeras estaciones de carga rápida ya han sido instaladas en los alrededores de Londres, Surrey, Derby y el norte de Inglaterra y se espera que a finales de año el número ascienda a siete.
La nueva red de recarga estará formada por puntos compatibles con diferentes cargadores de hasta 50 kW. Los conductores pagarán por el uso de la misma forma que un repostaje de gasolina. Los primeros usuarios contarán con un descuento del 50% hasta junio de 2018 y después la recarga tendrá un precio que rondará los 0,20 céntimos por kW.
El jefe de ventas de Shell, Istvan Kapitany, ha comentado que la carga eléctrica se uniría al abanico de opciones que ya ofrecen sus estaciones junto a los biocombustibles, el GNL, el hidrógeno y los combustibles tradicionales.
Por su parte, el gerente de combustibles de Shell en Reino Unido, Jane Lindsay-Green, ha añadido que la compañía espera que alrededor de una cuarta parte de la flota de automóviles del mundo sea eléctrica para 2040 y ha subrayado que “Shell cree que los vehículos eléctricos formarán parte material de la red de transporte en el futuro” dijo el gerente.
