El Arona TGI, que será estrella del fabricante español en el Salón del Automóvil de París, es el cuarto vehículo de marca en incorporar esta combinación de combustibles, después del León, el Ibiza y el Mii.
Esta nueva incorporación a la gama GNC, que consolida la intención de Seat de fomentar el uso del Gas Natural para contribuir a reducir las emisiones, ha sido diseñado y desarrollado en la sede de la marca, en Martorell, donde también se producirá.
El nuevo Seat Arona está equipado con un motor TGI de 1.0 litros con tres cilindros y 12 válvulas, que rinde 90 CV entre las 4.500 y las 5.800 rpm, y un par máximo de 160 Nm entre las 1.900 y las 3.500 revoluciones por minuto. Este propulsor tiene asociada una transmisión manual de seis velocidades. Este Aroma TGI es capaz de una velocidad máxima de 172 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 12,8 segundos.
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Esta variante incorpora los mismos sistemas que la versión 1.0 TSI de gasolina y añade componentes que le permiten circular con Gas Natural Comprimido, de modo que incluye tres depósitos de GNC situados bajo el piso del maletero, una boca de llenado situada junto a la de gasolina, conductos de gas de acero inoxidable, sensores de presión de gas y un regulador de presión electrónico que controla eficazmente la distribución del gas en el motor TGI.
El motor 1.0 ha sido adaptarlo al empleo del gas, como unos nuevos segmentos de los pistones en cromo-níquel, así como un refuerzo de los asientos de las válvulas y un mayor alzado de las mismas, para aumentar su resistencia al desgaste, en tanto el turbocompresor es más ligero, de modo que la turbina responde de inmediato y el motor desarrolla su potencia con mayor suavidad.
Uno de los retos del GNC es el arranque en frío, ya que cuando la temperatura exterior desciende por debajo de los 10 grados bajo cero, primero arranca utilizando la gasolina hasta que se calientan los inyectores de gas y las condiciones permitan activar el circuito de GNC, una operación que suele tardar escasos segundos.
En circunstancias normales de temperatura, el Arona TGI solo utiliza gasolina como combustible alternativo cuando los depósitos de GNC se agotan, aunque con tres depósitos, con una capacidad de 14,3 kilogramos proporcionan una autonomía de 400 kilómetros en modo GNC, que aumenta otros 160 kilómetros con el empleo del depósito de gasolina.
El empleo del GNC es mucho más económico que la gasolina, por lo que resulta más rentable que los combustibles tradicionales y, al no ser un derivado del petróleo, también evita las fluctuaciones imprevistas de los precios, recuerda Seat.
Además, el GNC es considerablemente más eficiente que el diesel, la gasolina e incluso el gas licuado de petróleo (GLP), ya que la energía generada por 1 kilo de GNC equivale a 2 litros de GLP, 1,3 litros de Diesel y 1,5 litros de gasolina.
Los modelos TGI, añade Seat, suponen un considerable ahorro en el coste por kilómetro recorrido, ya que el Arona TGI es aproximadamente un 50% más económico frente al Arona homólogo de gasolina, un 30% frente a un ciesel, más de un 15 % que un vehículo impulsado por GLP e incluso un 20 % más económico que un híbrido eléctrico no enchufable de gasolina.
El nuevo Seat Arona TGI estará disponible en los mismos acabados que el resto de mecánicas -Reference, Style, Xcellence y FR. y se ofrece con la posibilidad de elegir entre 68 posibles combinaciones de colores.
El Arona TGI tiene una longitud de 4,138 metros, 7,9 centímetros más largo y 9,9 centímetros más alto que el Ibiza, por lo que conserva su mayor distancia hasta el suelo y una posición de conducción más alta. Con los depósitos de gas integrados bajo el piso del maletero el maletero del Arona queda reducido a 282 litros de capacidad.
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