El 69% de los conductores sénior españoles no cree en el futuro del coche eléctrico y siete de cada diez no instalarían un punto de recarga en su vivienda, de acuerdo con el estudio Los sénior ante la movilidad urbana sostenible elaborado por el Observatorio Cetelem.
El informe, que analiza los hábitos y percepciones de la población entre 55 y 75 años respecto de las nuevas formas de movilidad, muestra una brecha generacional clara entre las preferencias de los sénior y las de los conductores más jóvenes.
Mientras los primeros priorizan el transporte público, los segundos optan con mayor frecuencia por alternativas como el coche eléctrico, el carsharing o los patinetes, destaca el estudio.
En este sentido, el 68% de los sénior afirma que el transporte público es su opción más dispuesta a usar, seguido de la bicicleta (24%) y del coche eléctrico (21%). Tan solo un 5% se plantea desplazarse en patinete eléctrico, frente al 32% registrado entre los jóvenes.
A ello se suma que apenas un 31% de los encuestados considera sustituir su coche de combustión por otro más sostenible, mientras que entre los conductores jóvenes esa proporción asciende al 64%.
Rechazo al coche compartido
El informe señala también que el 88% de los sénior no ha utilizado servicios de carsharing, carpooling o suscripción de vehículos en el último año.
Además, el 72% asegura que no estaría dispuesto a renunciar a tener un coche en propiedad, y solo el 39% cree que el uso compartido resulta más económico que poseer un vehículo propio.
En cuanto al distintivo medioambiental, el 59% de los mayores de 55 años reconoce que influye en su conducción, aunque un 60% afirma que no cambiaría de coche por este motivo. No obstante, el 67% asegura que su próximo automóvil será de cero emisiones.
De igual modo, el 30% de los participantes considera que los incentivos fiscales a la compra de automóviles eléctricos o híbridos son la medida más efectiva para renovar el parque automovilístico, mientras que el 21% apuesta por la mejora de la red de carga como prioridad.
Finalmente, y según el estudio de Cetelem, el 66% de los sénior otorga relevancia a la movilidad urbana sostenible en su vida cotidiana y el 77% valora positivamente la inversión pública en transporte ecológico y más de la mitad ha percibido mejoras en su entorno durante los dos últimos años, especialmente en el acceso a modos de transporte alternativos y en la ampliación de carriles bici.