Las negociaciones de convenio colectivo de la planta de Nissan en Ávila, que se rompieron hace unas semanas, se retomarán después de Semana Santa, según se ha acordado este jueves en una reunión mantenida a tres bandas en Valladolid entre la dirección de la compañía, el comité de empresa y representantes de la Junta de Castilla y León.
Según han informado a Europa Press fuentes sindicales, después del período de vacaciones de la fábrica en Semana Santa se volverán a sentar para negociar el convenio.
Por su parte, la compañía ha explicado en un comunicado que es hora de llegar a un acuerdo sobre el convenio colectivo que permita mantener a la planta en los márgenes de competitividad para atraer proyectos y nuevas actividades que permitan completar con éxito el plan de transformación del centro.
En la reunión, la firma ha mantenido «el compromiso de recuperación del empleo que adquirió en el Plan Industrial» y ha defendido que en la actualidad hay personas trabajando en la planta de Nissan Ávila «en línea con el objetivo previsto en el acuerdo social de 2017».
El proyecto de transformación de la fábrica en un centro de recambios se encuentra en plena fase de despliegue, ya que la compañía ha introducido ya la fabricación de recambios para varios modelos de Renault y Nissan y ha arrancado con otros proyectos no incluidos en el plan original, con el objetivo de dotar de mayor carga de trabajo a la planta, como el proyecto con Renault Retail Group (RRG), filial comercial de Renault, para la adecuación de vehículos de ocasión multimarca, o la preparación de paragolpes para la posventa.
La transformación de Nissan
Según la multinacional automovilística, la transformación de la planta de Ávila «se acelerará este año una vez que se concluyan dos infraestructuras clave», como el almacén logístico y la nave de estampación.
En cuanto a la primera, el pasado mes de noviembre comenzaron en el enclave CyLoG de la Junta de Castilla y León en Ávila las obras de construcción del almacén, que contará con 21.000 metros cuadrados de superficie y, aunque sus dimensiones serán menores a las planificadas inicialmente en el polígono de Vicolozano, este cambio «no supone una rebaja de los objetivos de industrialización de la planta», tal y como el equipo directivo de la misma ha explicado en varias ocasiones a la representación de los trabajadores y a la plantilla del centro.
Por otra parte, la nueva planta de estampación contará con 23.000 metros cuadrados, que son 12.000 más respecto a los inicialmente previstos, «lo que permitirá instalar más prensas, si en el futuro se requieren, para seguir aumentando la capacidad productiva de la planta».
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