La Competition and Markets Authority (CMA) de Reino Unido, el regulador del Mercado y Competencia del país, ha decidido abrir una «investigación en profundidad» sobre la adquisición de la empresa de remarketing Aston Barclay por parte de Constellation Developments Limited, el grupo propietario de la subastera British Car Auctions (BCA), al considerar que la operación podría reducir la competencia en el mercado británico de subastas de vehículos usados.
Hay que recordar también que Constellation es parte del fondo de inversión TDR Capital, que mantiene una posición accionarial de relevancia en Ayvens.
El dueño de BCA compra la firma de remarketing británica Aston Barclay
Según el organismo regulador, BCA es actualmente el mayor proveedor de servicios business-to-business (B2B) de subastas de automóviles usados en el país, mientras que Aston Barclay ocupa la tercera posición.
Ambas empresas compiten por un perfil de clientes similar y operan con una amplia cobertura geográfica, lo que otorga al grupo resultante una «posición dominante dentro del sector», según ha indicado el regulador en una comunicación oficial obtenida por Fleet People.
Posibles efectos sobre los precios y la oferta
La CMA advierte de que la integración de Aston Barclay en el grupo Constellation podría traducirse en un «incremento de precios o en una reducción de la oferta» para los clientes corporativos que utilizan servicios de subasta de vehículos, un impacto que «podría trasladarse al precio final de los automóviles en el mercado minorista».
Durante la fase preliminar de la investigación, el regulador determinó que, aparte de un proveedor de tamaño comparable, los demás operadores del sector tienen un peso limitado por su menor escala y su cobertura territorial más reducida, lo que debilita la competencia efectiva.
Haqy que señalar que Constellation no presentó medidas correctivas o propuestas de compromiso ante la CMA, por lo que la operación ha sido remitida a una fase dos de investigación, que será dirigida por un panel independiente de expertos en Competencia.
El regulador británico publicará un informe detallado al cierre del proceso, en el que evaluará el grado de concentración del mercado, el posible perjuicio para clientes empresariales y el impacto indirecto sobre los consumidores finales de vehículos usados.
