Casi uno de cada cuatro automóviles en circulación en España presenta problemas de batería, según un análisis elaborado por la empresa alemana especializada en diagnóstico vehículos Carly.
El estudio, realizado a partir de escaneos con la aplicación y el dispositivo OBD2 de la compañía, indica que las diferencias entre marcas están relacionadas principalmente con el uso urbano, las temperaturas elevadas y los hábitos de mantenimiento.
El informe sitúa a Audi, Nissan y Toyota como las marcas con mayor proporción de coches con batería en mal estado, con un 26,8%, 25,1% y 20,9%, respectivamente.
En el extremo opuesto se encuentran Volkswagen y Peugeot, con porcentajes del 4,6% y 3,9%.
Entre ambos extremos aparecen Mercedes-Benz (17,9%), Honda (17,2%), Land Rover (15,7%), SEAT (15,5%), Renault (15,3%), así como Volvo, Skoda, Ford y BMW, todos con valores en torno al 13-14%. Las cifras más bajas corresponden a Fiat (6,7%), Hyundai (5,7%), Citroën (5,3%), Volkswagen (4,6%) y Peugeot (3,9%).
Según Carly, estos resultados no reflejan fallos de fabricación, sino condiciones de uso que penalizan el rendimiento eléctrico.
“Lo importante no es quién encabeza el ranking, sino qué puede hacer cada conductor para alargar la vida de su batería y evitar una avería. Con datos y un diagnóstico sencillo, la prevención es más económica que la reparación”, ha especificado la empresa en un comunicado.

Factores de desgaste y señales de aviso
El análisis destaca que los recorridos cortos y la conducción urbana son los principales factores que aceleran el desgaste de las baterías de 12 voltios, seguidos por la falta de revisiones periódicas y las altas temperaturas.
El uso continuado de una batería deteriorada, además de comprometer el arranque, puede provocar un mayor esfuerzo del alternador y afectar a la electrónica del vehículo, de acuerdo con la firma.
Carly ha recordado al respecto que algunos síntomas habituales de degradación son el arranque lento, el parpadeo de luces al ralentí, la desactivación del sistema start-stop o la aparición intermitente de testigos eléctricos de ESP, ABS o airbag tras varios días sin uso del vehículo.










