La Generalitat de Catalunya se ha propuesto electrificar prácticamente por completo su flota de vehículos, compuesta por un total de casi 6.000 unidades si se computan las flotas adscritas a los Mossos d’Esquadra, autobuses de línea, camiones de bomberos y ambulancias, lo que supondrá que el 90% de estas unidades cuenten con algún tipo de electrificación.
Asi lo anunció ayer el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en una rueda de prensa en la que no especificó el grado de electrificación pura del que dispondrá esta iniciativa que recoge las bases de movilidad sostenible expresadas en 2023 por su predecesor en el cargo, Pere Aragonès.
Hay que apuntar al respecto que, hace dos años, la Generalitat se comprometió a avanzar hacia la descarbonización de la flota pública de la entidad contando exclusivamente con vehículos eléctricos puros y con unidades con etiqueta medioambiental de cero emisiones, lo que abrió la puerta a los híbridos enchufables, un proceso que teóricamente se iría adjudicando y cumplimentando entre 2024 y 2027.
La estrategia de electrificación del nuevo Gobierno de la Generalitat amplía ese plazo y se inscribe dentro del denominado Plan de Impulso al Vehículo Eléctrico 2025-2030, que contará con una movilización de capital público de 1.400 millones de euros, según avanzó ayer el president.
Illa explicó que “en este reto del vehículo eléctrico y con este plan, Cataluña quiere liderar a favor de todos, del conjunto de España y de Europa».
El último gran contrato público de suministro para la flota de la Generalitat se avanzó hace justo un año, con un contrato de casi 80 millones de euros para 1.055 vehículos, de los que la gran mayoría, precisamente el 90%, fueron electrificados, si bien no eléctricos puros, tal y como se puede leer en la información publicada entonces por Fleet People.
Apoyo a las flotas electrificadas de empresa
Según indicó Illa, el plan también beneficiará a las flotas de vehículos de empresa, incluyendo motocicletas y automóviles y a través de diversas acciones e incentivos para que aumenten su número.
En cifras concretas, la Generalitat prevé que este nuevo plan incida en la matriculación de 150.000 vehículos electrificados.
Además de ello, se prevé también la instalación de 9.000 puntos de recarga públicos nuevos. Al respecto, la entidad prevé “estudiar el desarrollo” de una red única de recarga pública eléctrica con la suficiente capilaridad para permitir “que la ciudadanía y las flotas de vehículos públicos tengan la seguridad de que podrán cargar”.
En relación con la implementación de medidas para impulsar la compra de vehículos electrificados en el entorno empresarial, Salvador Illa sí fue más específico en este apartado y apuntó hacia la promoción y concesión de líneas de crédito especiales y en “condiciones ventajosas” que se enfocarán en pymes en la hora de adquirir vehículos eléctricos.
Asimismo, y en línea con ello, la Generalitat efectuará “campañas de sensibilización específicas para el sector empresarial” con el fin de difundir las ventajas de los vehículos sostenibles entre las flotas de empresa.
No abordó ayer de un modo concreto la Administración catalana la clave para impulsar realmente las flotas de vehículos eléctricos entre las empresas, esto es, a través de incentivos concretos y opciones de ventaja fiscal directa —por la vía de reducciones de impuestos al comprar eléctricos o de deducciones en el Impuesto de Sociedades, por ejemplo—, si bien aseguró que “se analizará el marco fiscal para hacerlo atractivo e incentivador de cara a la adquisición de estos vehículos”.
Tampoco se hizo alusión alguna al renting de vehículos, uno de los principales métodos para acceder al eléctrico a través de cuotas mensuales, y en el que los operadores del sector, que el ejercicio pasado compraron 255.000 vehículos, 10.000 de ellos eléctricos puros, llevan tiempo solicitando más apoyos para elevar sus políticas de adquisiciones.










