La alemana Mercedes-Benz avanzó en su presentación de resultados que los vehículos eléctricos representarán el 50% de sus ventas en 2030. Además, mantendrá su gama de motores de combustión hasta bien entrada la próxima década.
La automovilística rebaja así sus previsiones de ventas de eléctricos e híbridos, de los que esperaba que representaran el 100% de sus comercializaciones en 2030. El consejero delegado de la empresa, Ola Kallenius, ya había advertido a finales del año pasado que «ni siquiera Europa estaría preparada para una gama totalmente eléctrica en 2030». Varios estudios mostraban, según dijo en su intervención, que los clientes se resistían por diversas razones, como la falta de infraestructura de recarga y de modelos eléctricos atractivos.
Estas previsiones se mostraron en el marco de la presentación de resultados del grupo automovilístico alemán. Obtuvo un beneficio neto de 14.261 millones de euros en 2023, lo que supone un 1,7% menos que el año anterior, lastrado por un decepcionante último trimestre en el que descendieron sus ingresos y sus ganancias.
Según ha informado la compañía este jueves en un comunicado, su facturación creció un 2,1% en 2023 si se compara con 2022 hasta los 153.218 millones de euros, en un entorno desafiante marcado por las limitaciones en la cadena de suministro, así como por la volatilidad geopolítica y macroeconómica.










