La multinacional de rent a car Europcar concluyó un ejercicio de 2024 complejo —por decirlo suavemente—, marcado por la presión inflacionaria y el sobrecoste de su flota de vehículos que afectó de forma directa a su rentabilidad anual.
El grupo, propiedad de Volkswagen, registró unos ingresos de 3.406,9 millones de euros el año pasado, lo que supuso un incremento del 10% en relación con 2023, cuando la facturación fue de 3.098 millones, de acuerdo con cifras de la compañía obtenidas por Fleet People.
Este incremento en las ventas estuvo impulsado en parte por la recuperación de la movilidad internacional y también por la integración total en su porftolio de Euromobil, la filial alemana del grupo adquirida un año antes, si bien este aumento del volumen no se trasladó de manera proporcional al resultado operativo, que descendió hasta 18 millones de euros y frente a los 164 millones del año anterior.
El deterioro de los márgenes se explica, según la propia empresa, por una combinación de factores, entre los que destacaron los costes de mantenimiento de flota, que crecieron un 33% y hasta 1.192 millones de euros en 2024, en tanto que los gastos operativos vinculados a vehículos (como seguros, comisiones y tasas) escalaron hasta 1.164 millones, con un alza del 19%.
Además, la estructura de personal de la firma de rent a car absorbió 542 millones, un 7,5% más que en 2023.
Así las cosas, Europcar cerró el ejercicio con un resultado neto negativo de 259,8 millones de euros, duplicando prácticamente las pérdidas de 2023, que se situaron en 139 millones de euros.

Demasiados costes, de flota y financieros
La compañía también ha aducido a una serie de razones para explicar este potente aumento en las pérdidas, y de modo principal los costes netos del endeudamiento vinculado a la flota —que ascendieron a 162 millones—, pero igualmente por los gastos financieros no asociados a flota, que supusieron 69,5 millones de euros más.
Precisamente en términos de flota, Europcar finalizó 2024 con 397.000 vehículos gestionados, lo que supone 15.000 unidades más que el año anterior.
Este incremento permitió atender a la rent a car la demanda estacional y expandir su presencia en segmentos corporativos, “aunque la ocupación media no logró compensar el encarecimiento de la adquisición de vehículos y el impacto de la depreciación acelerada”.
Europcar ha puntualizado también que “la presión sobre los valores residuales y la dificultad para repercutir todos los costes en las tarifas limitaron la recuperación del margen operativo”.
Una de las decisiones estratégicas más relevantes que afrontó la compañía el año pasado fue la extensión de los programas de titulización para financiar su flota y el incremento de la misma. El grupo no solo amplió su programa europeo hasta 1.825 millones de euros, sino que reforzó la línea de crédito de Fox Rent a Car en EEUU (la compró hace unos años), que pasó de 300 a 600 millones de dólares.
En paralelo, Europcar también inició un proceso de reorganización interna en 2024 que incluyó cierres selectivos de localizaciones de alquiler y un plan de optimización de su enorme plantilla.
La empresa ha asegurado que el impacto de estas medidas no se contabilizará hasta 2025, pero se prevé que contribuyan a “reducir la estructura de costes y mejorar el flujo de caja”, que el año pasado permaneció en negativo.
Europcar ha explicado que su foco a corto plazo será simplificar más su modelo de negocio, reforzar su presencia en segmentos de clientes que le reporten más rentabilidad e impulsar la transición hacia una flota propia más electrificada.







