La industria automovilística china continúa aplicando la estrategia de comercializar en el exterior vehículos nuevos y matriculados que se venden como usados, los denominados de modo común como ‘kilómetro cero’, con el fin de impulsar artificialmente sus cifras nacionales y dar salida a excedentes que difícilmente podrían colocarse en el mercado interno.
Esta estrategia, según ha señalado la agencia Reuters en una información, cuenta con el respaldo de los Gobiernos regionales de China y ha sido identificada como una vía para inflar datos de crecimiento económico.
Según informa Reuters, estos automóviles se registran con matrícula china justo después de salir de fábrica, se etiquetan como usados sin haber recorrido un solo kilómetro y se exportan a mercados como Rusia, Asia Central o Oriente Medio.
De este modo, los fabricantes pueden contabilizar este tipo de unidades como ventas realizadas, aunque el vehículo no haya tenido un solo propietario real ni haya sido conducido.
El mecanismo ha ganado visibilidad después de que el presidente de Great Wall Motor denunciara públicamente, el pasado mes de mayo, la comercialización interna de vehículos ‘kilómetro cero’.
A raíz de esas declaraciones, el diario estatal People’s Daily —considerado portavoz del Partido Comunista— pidió el 10 de junio una intervención urgente contra estas operaciones, al considerar que distorsionan los precios en un contexto de fuerte competencia comercial.
Al menos 20 gobiernos regionales, entre ellos los de Guangdong y Sichuan, promueven activamente este modelo de exportación mediante incentivos administrativos, licencias específicas, reembolsos fiscales rápidos, inversiones en infraestructuras logísticas y eventos comerciales para fomentar las ventas internacionales de estos vehículos, destaca Reuters.
La operativa habitual consiste en adquirir el automóvil recién fabricado, registrarlo como coche usado y venderlo al extranjero en una misma transacción.
Este proceso genera un valor de compraventa doblemente registrado —como nueva venta y como exportación de segunda mano—, lo que permite a las administraciones locales inflar sus cifras locales.
En este sentido, Tu Le, fundador de la consultora estadounidense Sino Auto Insights, apunta a la agencia de noticias que esta dinámica es «el resultado de casi cuatro años de guerra de precios que han empujado a los fabricantes a registrar cualquier tipo de venta posible».










