El Tribunal Supremo ha rechazado los recursos interpuestos por las empresas de rent a car participantes en los acuerdos de precios en contra de la sanción de 35 millones de euros impuesta por la Comisión Nacional de la Competencia en el año 2013.
El TS considera «acreditada» la existencia del cártel y sus prácticas dirigidas a la fijación de unos precios mínimos de venta al público y el establecimiento de unas condiciones comerciales homogéneas, según el fallo en el que se examina el recurso interpuesto por Goldcar, y publicado por El Mundo.
Asimismo, el Alto Tribunal desestima los recursos de otras sociedades como Centauro y Record-Go sobre una sentencia de la Audiencia Nacional del año 2016, en la que se reconocía la existencia de prácticas prohibidas pero ordenaba a Competencia que rehiciese los cálculos de su sanción.
El cártel del alquiler de coches se mantuvo activo y oculto siete años, hasta que uno de sus integrantes denunció su existencia ante las autoridades de Competencia para beneficiarse del programa de clemencia para chivatos que tiene operativo el regulador, según el medio.
Esta acción motivó una inspección de los técnicos a las sedes de estas empresas y a las de las patronales sectoriales y en la que se incautaron numerosos correos electrónicos en los que se mostraba el modo de actuar de la organización.
Modus operandi del cártel del rent a car
Los líderes de las compañías se reunían en buenos hoteles, paradores y restaurantes de ciudades como Alicante, Málaga o Torremolinos de manera periódica para fijar unos precios mínimos de alquiler de vehículos para particulares, en su mayoría turistas, y touroperadores que actúan como intermediarios. Así, incrementaban sus márgenes y mejoraban la rentabilidad de su negocio.
Del mismo modo, las compañía establecían los precios de servicios adicionales como sillas de bebé, bacas o seguros.
La patronal AECA gestionaba una cuenta de correo electrónico – solo conocida por los miembros- para que éstos pudieran denunciarse entre sí si observaban que algunos de sus socios se salía del acuerdo de precios con ofertas a la baja. Durante el periodo en el que operó el cártel se sucedieron continuas delaciones entre sus miembros que motivaron sucesivos toques de atención por parte del presidente de la patronal.
«Las diferencias en precios de venta van a existir y mientras no sean demasiado altas, se consigue que hoy se venda 50 o 60 euros más caro que el año pasado. Que el precio de venta suba es muy positivo para todos se mire por donde se mire», señala uno de los correos en el que se intenta convencer a los socios de los beneficios que otorga formar parte de un cártel y recogida en El Mundo.









