El VW T-Roc tiene casi las virtudes del modelo mayor, el Tiguan, sin casi los inconvenientes del pequeño, el T-Cross. Con este motor diésel harás kilómetros sin parar y, como los han rejuvenecido, cuenta con mayor calidad en el interior.
Veníamos de poner la cara arrugada en 2017 con la primera generación del VW T-Cross, perdón T-Roc. Y es que no era un coche con la calidad interior, empaque y saber hacer del fabricante alemán. En 2022 recibió el restyling de ciclo medio de vida y le ha venido como anillo al dedo. Por una parte, la menos importante ni relevante, también sea dicho, es porque actualizó su imagen con nuevos paragolpes, faros y pilotos. Todos los T-Cross, perdón T-Roc, de segunda generación tienen faros de leds, monta llantas de 17, 18 y 19 pulgadas con nuevos diseños y encontrarás cuatro nuevos colores para la carrocería: azul “Petroleum Blue metallic”, rojo “Kings Red metallic” y gris “Pyrite Silver metallic” o gris “Ascot Grey solid”.
Lo mejor viene cuando abres las puertas, porque empiezas a encontrar los materiales que esperas en la marca y, dicho sea de paso, en el precio. Los plásticos duros de aspecto pobre de la parte superior del salpicadero han dejado paso a plástico mullido y de buena calidad visual; incluso tiene un dibujo con forma ribeteada, como si fuera una costura. Nos parece bien, pero no lo estamos alabando, pues lo que nos hubiera gustado es que la anterior generación ya partiera con este tipo de salpicadero y ahora lo hubieran mejorado. La pantalla multimedia está situada un poco más arriba, lo que facilita la visión mientras conduces, y las toberas de ventilación pasan a estar un poco más abajo, sin perjudicar la salida de aire. La pantalla multimedia es fácil de usar y la conectividad del teléfono se consigue también con el coche en marcha. Tiene grafías claras y menús sencillos.
El sistema multimedia del nuevo VW T-Roc -ya paro con la broma del error en el nombre… y te la explico en el recuadro- brindan la posibilidad de optar por pantallas de 8,0 o 9,2 pulgadas, marcando un avance notable respecto a la generación anterior, que se limitaba a 8 pulgadas. Ambas opciones incorporan el sistema operativo MIB3, conectado de manera permanente a Internet. Esta conectividad posibilita la consulta de diversos datos del vehículo y la ejecución de acciones remotas. En cuanto al cuadro de instrumentos digital, ahora forma parte del equipamiento estándar, eliminando la dependencia del nivel de equipamiento previo.
Se presentan dos versiones: el Volkswagen Digital Cockpit con una pantalla de 8,0 pulgadas y el Volkswagen Digital Cockpit Pro con una pantalla más amplia de 10,25 pulgadas. La última ofrece mayores funciones y posibilidades de personalización, como la visualización del mapa del navegador, proporcionando una experiencia más avanzada y adaptada a las preferencias individuales. La instrumentación básica, aunque cumple adecuadamente con su propósito de mostrar la información esencial del vehículo, revela una diferencia de resolución en comparación con la versión Pro. La ausencia de algunas funciones, como la capacidad de visualizar el mapa del navegador, puede considerarse un inconveniente. Sin embargo, la facilidad de configuración y la calidad de visualización general mantienen la usabilidad en niveles satisfactorios para la mayoría de los conductores. De todos modos, la información del nivel de gasolina y temperatura está fuera del cuadro de relojes en ambos casos, por lo que hay margen de mejora claro.
Si bien el sistema multimedia y el cuadro de relojes han mejorado, el módulo para manejar la climatización nos ha dejado un poco fríos. Con esta broma tan sencilla como bien traída, modestia aparte, nos referimos a que abandona los botones tradicionales para integrar pulsadores táctiles iluminados, sin apenas relieve. Busca similitudes con el Polo y el Taigo y las consigue, pero no le vemos la funcionalidad. En otros coches, cuando montan este tipo de botones es porque te permite variar la climatización con órdenes por voz, con lo que no es tanto problema tener que desviar la vista para encontrar el mando háptico del climatizador. Pero no es el caso.
El habitáculo del T-Roc 2022 mantiene la amplitud que caracterizó a su predecesor, ofreciendo un espacio interior óptimo. Según las mediciones de Fleet People, se sitúa en una posición intermedia en comparación con alternativas del mercado en términos de espacio para las piernas, superando ligeramente la media en altura libre al techo y anchura entre puertas. Por ejemplo, tiene 141 cm de anchura en las plazas delanteras, bastante más que, por ejemplo, los 138 del Mitsubishi ASX. En las traseras, la anchura es de 137 cm y 67 de espacio longitudinal para las piernas. Un Nissan Qashqai es un poco más amplio y un Opel Mokka un poco menos. En general, este diseño lo convierte en un vehículo interesante para cuatro adultos de estatura media o ligeramente superior. Lo que no vas a encontrar son muchos huecos para dejar objetos: nada a la izquierda del volante ni en la parte superior del salpicadero. Apenas uno delante de la palanca de cambios y dos portalatas detrás de ésta. Si nos gusta que los huecos de las puertas tengan goma en la base y dos revisteros tras los asientos (para llevar ejemplares del Fleet People, por supuesto).
Además, el acceso al habitáculo se ha mejorado, proporcionando una experiencia más cómoda en comparación con un turismo estándar. Las banquetas están estratégicamente situadas a una altura superior, facilitando la entrada y salida del vehículo, porque has de doblar menos la cadera. Estas características contribuyen a una experiencia de conducción confortable y adecuada para aquellos que buscan comodidad y espacio en un vehículo de este tipo. Nos hubiera parecido un salto grande en calidad, practicidad y modularidad si montara banqueta trasera deslizable longitudinalmente. Como anécdota positiva: parece mentira que debamos mencionar que nos sorprenda con cuatro asideros en el techo porque es algo que debería ser normal.
Tampoco el maletero sufre cambios, sigue contando con 445 litros de capacidad, un dato que posiciona al T-Roc como uno de los mejores de su segmento, únicamente mejorado por el del Ford Puma (456 l) y el MINI Countryman (450 l). Algunas versiones tienen una bandeja que se puede colocar en dos alturas distintas para crear dos espacios diferenciados. Por cierto, los T-Roc con tracción total tienen 392 litros de maletero.
En el ámbito de los asistentes a la conducción, el T-Roc 2022 presenta innovaciones notables. Destaca la introducción del sistema “IQ.DRIVE Travel Assist”, una novedad que combina la funcionalidad del programador de velocidad activo y predictivo. Este sistema ajusta la velocidad en base al trazado de la vía y las señales de límite de velocidad, ofreciendo una función de guiado automático efectiva hasta velocidades de 210 km/h. Esta característica aporta una capa adicional de comodidad y seguridad al conductor. Ojo, no es conducción autónoma, es un apoyo.
Otra mejora significativa se encuentra en los faros matriciales “IQ.LIGHT”, opcionales para las versiones R-Line. Estos faros no solo ofrecen una iluminación de alta calidad, sino que también presentan una estética única al incluir una tira iluminada que los conecta a través de la parrilla. Si vas a conducir a menudo de noche son más que recomendables.
Cabe mencionar que el T-Roc 2022 mantiene y mejora otros sistemas ya presentes en modelos anteriores. Entre ellos se incluyen un detector de vehículos en el ángulo muerto, un sistema de frenada de emergencia en ciudad con reconocimiento de peatones y ciclistas, un sistema de aparcamiento semi automático tanto en batería como en línea, y una alerta por cambio involuntario de carril.
Da igual el VW T-Roc que elijas, todos tienen etiqueta “C”. El diésel de acceso a la gama, con 116 CV ya es un muy buen punto de entrada. Nuestra unidad de pruebas tiene el motor diésel 2.0 TDI de 150 CV que empuja con ganas, pero solo a partir de la zona de par máximo, superadas las 1.700 rpm momento a partir del cual hace valer sus 360 Nm. y tiene fuerza para no tener que reducir muy a menudo, aunque tenga cambio automático DSG de 7 marchas y lo haga el coche solo. Y, con pasión, te podemos decir que nos ha gustado mucho la agilidad del coche. Lo que no sorprende, pues estamos muy bien acostumbrados por Volkswagen, es que la estabilidad es muy elevada, aunque se apoye en el ESP. También los frenos dan confianza. Puede que lo encuentres rumoroso a nuestras velocidades legales. La buena noticia es que, si vas a Alemania, descubrirás que suena lo mismo a 200 km/h.