La firma automovilística Volvo Cars se ha incorporado a la iniciativa SteelZero cuyo objetivo es incrementar la demanda de acero sin combustibles fósiles y acelerar la transición hacia la neutralidad en carbono de la industria siderúrgica mundial.
Según ha informado la compañía en un comunicado, la marca sueca se ha comprometido a cumplir antes de 2030 unos requisitos estrictos basados en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) para la adquisición de acero.
Además, para 2050, todo el acero del que se abastece deberá tener cero emisiones netas, de acuerdo con el objetivo de la empresa de que sus operaciones no tengan ningún impacto sobre el clima para el año 2040.
Asimismo, Volvo tiene la intención de convertirse, antes de 2030, en un fabricante de vehículos eléctricos y prevé lanzar una gama totalmente nueva de vehículos eléctricos puros durante los próximos años.
Los planes de electrificación de la empresa forman parte de su objetivo para reducir, entre 2018 y 2025, un 40% la huella de carbono del ciclo de vida de cada vehículo, lo que incluye reducir en un 25% las emisiones de carbono de la cadena de suministro antes de 2025.
«Un enfoque sostenible de la fabricación del acero no es solo una buena noticia para el medio ambiente, sino también para la compañía, puesto que limita nuestra exposición a futuros riesgos y reglamentos climáticos», ha señalado la directora de Compras de Volvo Cars, Kerstin Enochsson.