El fabricante de vehículos eléctricos Tesla Motors ha anunciado una nueva reducción en el precio de sus vehículos a la venta y, en concreto, en tres de sus cinco modelos en Estados Unidos, una iniciativa que ha replicado en varios mercados globales, incluyendo China y países europeos como Alemania y Francia, bajo un contexto de desaceleración en sus entregas, los problemas que le está acarreando el lanzamiento de su SUV Cybertruck y la creciente competencia en el mercado de eléctricos.
Es la segunda vez en un corto espacio de tiempo que la compañía que dirige Elon Musk se ve obligada a recortar el precio de sus coches, un aspecto clave en el universo de las flotas corporativas y de renting, ya que la última vez que se vio obligada a reducir precios vio cómo grandes empresas del sector alquilador, como Hertz y Sixt, comenzaron a devolver vehículos de la marca y a asegurar que retirarían sus modelos de los pools de elección para sus clientes.
De igual modo, las empresas de renting también han puesto en dificultades a la compañía que dirige Elon Musk por este motivo.
Según ha podido saber Fleet People a través de las propias compañías, al menos ALD Automotive y Arval exigieron compensaciones económicas —que han sido satisfechas— cuando Tesla efectuó el primer recorte de precios hace pocos meses, debido a la caída en picado que supuso este tijeretazo en el valor residual de los vehículos usados de Tesla que formaban parte de las flotas de los dos gigantes de renting.
El viernes pasado, la empresa decidió reducir los precios en Estados Unidos del Model Y, su vehículo eléctrico más vendido, así como también de los modelos Tesla Model X y Model S, sus modelos más antiguos y costosos. Dos días después, hizo lo propio, con unos 2.000 euros de descuento adicional, con el Model 3 en China, y elevó las reducciones en países como Alemania, donde el Model 3 cuesta hoy 3.000 euros menos que hace dos días.
Menos ventas y 107.000 millones perdidos en 10 días
La realidad es que el mercado comercial de Tesla ha disminuido en lo que llevamos de ejercicio, y el pasado 3 de abril anunció su primera caída de ventas trimestral en cuatro años, con una caída del 8,5% y 386.810 vehículos vendidos en todo el mundo.
A ello se ha unido el paulatino declive del valor en Bolsa de la empresa, que ha sufrido un batacazo monumental en el parqué desde el inicio del ejercicio actual.
El 2 de enero, según datos de MarketScreener consultados por esta publicación, la acción de Tesla cotizaba a 248,4 dólares, un registro que ha caído abruptamente desde entonces y hasta los 140,4 dólares del lunes, lo que representa un retroceso del 43,5%.
En dinero contante y sonante, la capitalización bursátil de Tesla Motor a 2 de enero pasado era de 789.900 millones de euros, una cifra que está fijada ahora en 449.000 millones de euros
Sólo en los últimos 10 días, los títulos de Tesla han cedido un 20%: más de 107.000 millones de euros de pérdidas bursátiles.
Llamada a revisión del Cybertruck y el coche de 25.000 dólares
Estos son los mimbres que han obligado a la multinacional eléctrica a anunciar, la semana pasada, un recorte de plantilla del 10% en todo el mundo, unos 14.000 empleados.
Para colmo, Tesla se vio obligada también a efectuar una llamada a revisión a todos sus Cybertucks vendidos hasta la fecha, unas 4.000 unidades, después de que la Dirección General de Tráfico de Estados unidos, la NHTSA, apuntara el potencial peligro de un componente del acelerador del SUV, que podría entramparse con la alfombrilla y acelerar de modo constante e involuntario.
El Cybertruck no ha atravesado un camino de rosas, como sí ha sucedido con el resto de los modelos de la compañía, y su lanzamiento al mercado se ha demorado dos años debido a problemas en toda la cadena de suministro.