Arranca el año y ponemos punto final a esta sección, porque a veces la meta es la salida. Y lo será de una futura sección. Ha sido un viaje intrépido, variopinto, culinario y automovilístico. Tantos coches, tantas recetas, tantas extrañas comparaciones, tantas historias paralelas… que espero hayan sido provechosas para vuestra exigente lectura.
Vamos a poner la guinda al pastel —nunca mejor dicho, vamos a deleitarnos con una Cheesecake— con una película icónica del cine y la música de los 80: The Blues Brothers. Una obra gamberra, disparatada, loca y excesiva donde dos hermanos con alma de Blues & Soul (los cómicos Dan Aykroid y John Belushi), se lanzan a una “misión de Dios” para salvar su antiguo orfanato. A lomos de su coche patrulla —un Dodge Mónaco sedán de 1974 “The Bluesmobile”, vehículo de policía real usado en Mount Prospect, Chicago— van sembrando su trayecto de caos y canciones inmortales. En la guantera se guardan emblemas como James Brown, Aretha Franklin , Ray Charles, Cab Calloway o John Lee Hooker para el divertimento del espectador, para el goce de su oído…
En sus fotogramas se esconden hitos del automovilismo cinéfilo: persecuciones vertiginosas, coches arrasando un centro comercial, pero sobre todo se recuerda la masiva “destrucción de coches” —varios Dodge Mónaco tuneados— bajo el metro de Chicago. La película posee el récord de automóviles destruidos. ¿Y qué mejor forma de poner punto y final a esta sección que amontonado coches a modo de clímax?
Vamos a seguir la pista de estos dos canallas con gafas de sol, sombrero y vestimenta negra a lo largo de la preparación. Nuestra esencia es el chocolate blanco —personificado en los hermanos Blues— y en el negro, usando el alma de Chicago y su música para ello.
Jake y Elwood salen de prisión y deciden reunir a su antigua banda para salvar su orfanato. Partimos las galletas Oreo y las picamos. Añadimos la mantequilla fundida y mezclamos bien. Ponemos la “arena” de Oreos en un molde y formamos una base presionando bien. Ya tenemos la base o trama de la historia asentada. “Es de noche y llevamos gafas de sol. Tira”
La misión divina sigue mientras recopilamos a miembros de la banda o a ingredientes de la receta. En la radio de nuestro Dodge Mónaco suena Think de Aretha Franklin. Ponemos cada chocolate en un pequeño bol y los fundimos en el microondas. Dejamos enfriar. En un bol batimos la crema de queso con el azúcar. Añadimos la nata agria, los huevos y la harina. Batimos a ritmo de The old Landmark de James Brown. O sea, con ganas.
Repartimos la masa, a partes iguales, en dos boles. A uno le añadimos el chocolate blanco y batimos. Y al otro el chocolate negro, batimos. Ya tenemos nuestro dúo montado: blanco y negro, como su música, como su vestimenta, como su Dodge Mónaco. Montemos el número final. En el molde de base de Oreos, vertemos la masa de cheesecake con el chocolate puro y alisamos la superficie. Luego el chocolate blanco, horneamos a 180 grados durante 15 minutos, pasado este tiempo bajamos el horno a 120 grados y dejamos hornear 50 minutos más.
El Dodge Mónaco escapa de las fauces del horno y de sus perseguidores mientras los coches de policía se estampan unos contra otros en un mágico final. Sobre el escenario Jake y Elwood redondean la función con Everybody needs somebody to love. Yo adapto la letra… para mí everybody needs somebody to read y ha sido un mayúsculo placer teneros al otro lado de la página.
Maletero lleno de recetas. Gran viaje…
Para la base
15 galletas Oreo, 30 gramos de mantequilla derretida
Para la cheesecake
400 g de queso cremoso, 200 gr de nata (crema de leche) agria, 3 huevos, 80 gr de chocolate puro, 100 gr de chocolate blanco, 80 gr de azúcar, 1 cucharada de harina
derretida
