Antes o después, los amantes de los deportes acuáticos acaban recalando en las aguas del Golfo de Vizcaya o del Golfo de Gascuña (Golf de Gascogne, como lo denominan nuestros vecinos galos).
Entre la Bahía de Txingudi y el mar, se encuentra Hendaya, una preciosa localidad próxima a la frontera española, situada en un entorno privilegiado donde descubrir la playa de Ondarraitz. Allí se encentra un centro de buceo llamado Planet Ocean que ofrece inmersiones con encuentros inesperados con especies acuáticas locales. Bajo sus aguas, a la vuelta de un desprendimiento rocoso, una cueva o grieta, pueden verse lábridos, pepinos y estrellas de mar, pez león, maragotas, doncellas, pulpos, sepias, varias clases de rayas (torpedo, escorsana o mosaico) y pequeños nudibranquios. Algunos días, se puede incluso tener la posibilidad de bucear junto a peces luna (Mola mola), peces ballesta común o hermosos tiburones gato.
[su_carousel source=»media: 32068,32075,32073,32072,32071,32070″ link=»image» width=»1060″ height=»600″ items=»1″ title=»no» pages=»yes» speed=»0″]
A 13 km de Hendaya, entre el océano y la montaña, aparece majestuosa la localidad de San Juan de Luz. Lo que durante el siglo XVII fue la base de los corsarios vascos, se ha convertido en un cotizado destino turístico que se ubica en una tranquila bahía con forma de media luna y una hermosa playa de fina arena. Una de las atracciones principales de esta ciudad vasca es su hermosa playa conocida como “la grande plage”, protegida de las olas por tres enormes diques, que la convierten en un lugar perfecto para practicar el “Stand-up Paddle”. Pero no todo es mar en calma, San Juan de Luz es también el lugar idóneo para practicar el deporte rey de la costa vasco-francesa: el surf. Erromardie, Mayarco, Lafiténia, Cénitz o Les Alcyons son playas de gran oleaje, no aptas para principiantes sobre la tabla.