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Ginebra: Electricidad as a Service

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Juan Arús
Juan Arús
Periodista económico apasionado en transformar objetivos en resultados, Juan Arús (Madrid, 1975) ha trabajado para diversos medios de comunicación escritos de España, generalmente económicos y habitualmente en las secciones de Empresas y Automoción. Gran aficionado a la moda masculina, cuenta con un vasto repertorio de artículos de referencia publicados sobre vestuario clásico en diferentes medios. Edita y dirige Fleet People desde 2015.

El Salón del Automóvil de Ginebra ha constatado en sus jornadas respectivas para los medios de comunicación —durante el martes y miércoles— que la movilidad y la electricidad son ya algo así como que una commoditie. Como el agua y la luz que usted y yo pagamos cada dos meses, como si nada.

Imagino que Bruselas ha ganado la partida. Que de tantísimo el coñazo que han dado y están dando, lo han logrado. Estamos a punto de vivir en un mundo mucho mejor, en el que la turbia gasolina y el aceitado gasóleo no tienen razón de ser. Eso sí, por causa del resto de emisiones que liberan las viviendas, los establecimientos comerciales e instituciones varias, de eso ya saben ustedes, ya lo saben, que de eso sí que no pueden palmar. Esas son cool. No como los coches.

De esto no voy a hablar mucho más, porque vamos.

Que el buenrrollismo verde imperante se me echa encima una vez más y la liamos.

 

Un Aston Martin Lagonda, resucitado en su versión eléctrica durante el actuaL Salón del Automóvil de Ginebra, que se celebra estos días en la capital suiza. // FOTOGRAFÍA: FLEET PEOPLE
Un Aston Martin Lagonda, resucitado en su versión eléctrica durante el actuaL Salón del Automóvil de Ginebra, que se celebra estos días en la capital suiza. // FOTOGRAFÍA: FLEET PEOPLE

 

Que digo yo que qué quieren que les diga. A mi, Ginebra, este año, me ha parecido un soberano tostón. Todo muy polite, todo muy guay. ¡Pero si hasta Aston Martin muestra prototipos eléctricos! ¿Dónde está el olor a gasolina? ¿La emoción? ¿Pero no es ese el valor número uno del automóvil? ¿despertar los sentidos, moverte por dentro? Ginebra se ha convertido en un solar. En un escaparate de modelos en el que los coches, ahora, tienen que pedir perdón por hacer ruido.

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No soy enemigo de la electrificación. Está claro cuál es el futuro y los pasos que hay que dar para llegar allí. Esto es como los emocionados de Linkedin que se dedican a vender las bondades de las flotas de coches eléctricos a las empresas. Y digo yo: quiten de la ecuación de ventas de coches eléctricos y de renting de aquellas compras efectuadas para proyectos públicos o semipúblicos. Que no hombre, que no. Miren los residuales, por favor.

Otra cosa es que una empresa, por cuestiones de Compliance o por lo que sea, incluya eléctrico en su flota. Hay empresas y, en determinadas actividades en las que los costes de propiedad no son fundamentales, en las que el eléctrico no sólo es bueno; es buenísimo y aporta un valor extra irrefutable. Pero digo lo de siempre: ya me dirán ustedes para qué quiere una flota de 300 coches eléctricos una empresa que utiliza el 75% de estos para tareas de fuerza comercial. Efectivamente. Para nada.

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Este coche eléctrico —de broma— ha cautivado a más de un visitante del Salón de Ginebra. // FOTOGRAFÍA: FLEET PEOPLE
Este coche eléctrico —de broma— ha cautivado a más de un visitante del Salón de Ginebra. // FOTOGRAFÍA: FLEET PEOPLE

 

Que me voy por los cerros de Úbeda. Sorry.

Ginebra sigue siendo El Escenario del Motor. Con mayúsculas. Me produce pena no escuchar el rugido de los motores, el aroma de esa adrenalina que siempre ha barnizado estos eventos. Y me parece que, de aquí en adelante, esta va a ser la tónica con la que mezclar esta ginebra y el resto de eventos de automoción. Mostrar commodities, coches as a service, de igual modo que lo son Amazon, Netflix y todo este tipo de empresas.

Y yo digo lo mismo que les digo a todos los ejecutivos de la new mobility, todos los que reniegan del automóvil con la boca grande, pero con la chica ganan pasta a su costa. Les digo que un respeto. Por los coches. Por las marcas de automóviles. Por la automoción. El buenrrollismo ecológico está llevando a los fabricantes de automóviles a mostrarse un tanto perdidos. Esa es mi impresión. Lo veo en este tipo de eventos, en el que en ocasiones, los CEO’s explican al personal una retahíla de conceptos muy modernos, muy cool, muy new mobility todos ellos, que no se creen ni ellos. Pienso que es lo que les toca. Es lo que hay. Lo entiendo perfectamente. Presentar el automóvil y la electricidad como un servicio más. Como la factura del gas.

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Me da mucha pena. La ausencia de ruido en Ginebra. De movimiento. Una vez que, durante los últimos cinco años, todo ha sido una explosión de noticias, información, luces y espasmos porque llegaba el coche eléctrico… Pues resulta que aquí está. Ya ha llegado. Lo hemos visto en Ginebra. Primicia.

Qué bien. Bravo.

 

Un poste de recarga para vehículos eléctricos de exposición, en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2019. // FOTOGRAFÍA: FLEET PEOPLE
Un poste de recarga para vehículos eléctricos de exposición, en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2019. // FOTOGRAFÍA: FLEET PEOPLE

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