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Arroz negro al horno “Fantástico”

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Los años 80 fueron por derecho propio, los grandes tiempos del sofá y la televisión. Pocas épocas han supuesto una alianza tan poderosa entre el espectador y el espectáculo. Obras, hoy ya vintage, irrumpieron en el panorama para deleite de niños y adolescentes: El equipo A, El gran héroe americano, V, McGyver, Corrupción en Miami o la que hoy nos ocupa, El coche fantástico, son buenos ejemplos de ello.

Un tsunami de diversión donde dos “compañeros a la fuerza” se alían para combatir el crimen. El hombre (David Hasselhoff) y la máquina, un Pontiac Firebird Trans AM que respondía al nombre de KITT (Knight Industries Two Thousand). Este vehículo poseía una poderosa inteligencia y era casi indestructible. Además contaba con un sistema propulsor espectacular, conducción autónoma, escáner biológico, rastreador GPS, rayos X, asientos eyectables, lanzamisiles, dispositivo de escuchas, amén de la función turbo boost que hacía vibrar el sillón de tu casa.

El Pontiac Firebird en versión Trans Am nacía a mediados de la década de los 70, aunque el modelo utilizado para “El Coche Fantástico” fue de siguiente generación, lanzada en el año 1982. Se dice que usaron cuatro o cinco coches para la filmación, por lo que el departamento de chapa y pintura trabajaba sin descanso para dejar al personaje perfectamente tuneado para la siguiente escena. No olvidemos que KITT era un superhéroe capaz de hacer acrobacias en el aire, saltar por rampas, avanzar sobre dos ruedas o arrancar vallas de cuajo. Un arma letal contra el crimen nunca visto.

Nuestra receta emula en primer lugar su color negro —de justiciero oculto— con la tinta de calamar y en segundo lugar la creación del héroe. Vamos a configurar un arroz al que iremos sumando componentes para lograr al final un plato todopoderoso y plagado de sabor. Pero para esto necesitaremos un pinche acorde, así que cogemos nuestro reloj y susurramos: Kitt, te necesito

Sacamos a escena la paella y la ponemos al fuego. Vamos a ir confeccionando una nueva personalidad y relleno a este artilugio, tal y como sucediese con Michael Knight, tras quedar desfigurado. Nuestra misión encomendada por la Fundación de la Ley y el Orden: crear una nueva identidad. Añadimos la sepia troceada y la sofreímos. Se pegará al fondo, clásico de un pasado que todavía se niega a desaparecer, pero le ayudaremos vertiendo la cebolla, el pimiento rojo y el ajo picado y un poco de aceite de oliva. Puro combustible.

Turno de añadir el tomate frito —cuyo rojo profundo nos recuerda a esa luz tintineante en el frontal del coche— y la tinta de calamar para de ese modo, colorear nuestro sofrito y tunear ese Pontiac Firebird Trans AM con un tono de vengador.

Por último echamos el arroz y lo salteamos en la paella dos minutos, dejando que brinque, que se tueste ligeramente, que haga acrobacias y que vaya absorbiendo todos los jugos de la trama. Precalentamos motores o el horno a 220 grados con calor arriba y abajo. Y abrimos su compuerta como en esa ya icónica imagen del camión bajando la rampa en movimiento para subir a KITT y a Michael a bordo. Y la paella entra en las fauces del camión/horno para terminar de hacerse o repararse de todos los daños cometidos por los criminales. Bonnie y Devon no necesitarán más de 12-14 minutos en dejarlo en su punto justo de cocción…

Misión cumplida. La sociedad KITT-Michael vuelve a funcionar. Los villanos a buen recaudo y nos alejamos a la mesa con nuestro Pontiac Firebird Trans AM mientras tarareamos la mítica banda sonora de Stu Philips

 


Ingredientes (4-6 personas)

350-400 grs de arroz bomba

1/2 pimiento rojo grande

1 cebolla grande

2 dientes de ajo

1 sepia grande

800 ml de caldo de pescado (o agua, sabrá menos)

2 bolsas de tinta de calamar

1 tomate rallado

Aceite de oliva y sal

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